Tenía 101 cumplidos cuando falleció en su finca de Campano el 21 de septiembre de 1953, tal día como hoy, a las once y media de la noche. Llegó en 1884 junto a su marido Manuel José de Bertemati y Pareja con la inauguración la antigua colonia vitícola. Durante los primeros años, el matrimonio pasó largas temporadas en su casa colonial. Y cuando el marqués se retiró de la política, a partir de 1906, la tomaron como residencia habitual. Allí, en el Campano de la posguerra, fallecía la señora marquesa rodeada de sus familiares y ama de llaves –Pepa Castro–, de los padres salesianos y del personal doméstico que le atendió en sus últimos años.

Al final de su vida, le llegaron honores que, por su modestia, no necesitaba: Hija Adoptiva y Predilecta de la ciudad de Chiclana (1950), Gran Cruz de Beneficencia (1951) e Hija Predilecta de la provincia de Cádiz (1952) por su dilatada labor filantrópica en el Hogar infantil, Santa María de la Infancia de Jerez, y en la donación de la finca y la fundación de la Escuela Agrícola Salesiana de Chiclana.

Al comenzar el curso 1953-54, el director del colegio, Marcos Tognetti , se dirigía a los alumnos con estas palabras: «Ha volado al cielo la madre de Campano (…) nadie como ella ha leído tan hondo en la historia y en el destino de Campano».

Hoy, transcurridos más de setenta años de su falleciendo, su obra, y la de su marido –como ella misma no se cansaba de proclamar– sigue viva, vigente, e impartiendo docencia y conocimiento a los alumnos y alumnas del colegio «San Juan Bosco» de Campano.

Bibliografía:

-ARAGÓN PANÉS, J. L. (2006): «Campano, el cauce de la vida». Biblioteca Temas Chiclaneros. Ayuntamiento de Chiclana. Imprime, Alograf, S.L. Chiclana de la Frontera.

-ARAGÓN PANÉS, J. L. (2017): «Campano, el sueño de un liberal». Navarro Editorial. Vexel Estudio Publicitario, Imp. Red On Time. Sanlúcar de Barrameda.