POR RAFAEL SÁNCHEZ VALERÓN, CRONISTA OFICIAL DE INGENIO ( REGIÓN CANARIA)
El Meteor-2 era un ferry de fabricación rusa (hydrofoil), de unos 30 metros de eslora y 9 metros de manga, dedicado a actividades turísticas. En los últimos días del mes de mayo de 2003, cuando navegaba a unos tres kilómetros frente a la fábrica de cemento del poblado del Pajar en Arguineguín (delimitación de los municipios de Mogán y San Bartolomé de Tirajana), varios pescadores que faenaban en la zona, observaron sobre las 13,30 horas que la embarcación tenía problemas de flotación y que comenzaba a escorarse, para al poco tiempo hundirse de popa y desaparecer bajo las aguas. Poco antes un tripulante abandonó la embarcación en una zodiac en dirección a Mogán, sin contabilizarse ninguna desgracia de tipo personal.
Activada la alarma, acudieron al lugar del siniestro las embarcaciones de salvamento marítimo Nunki y Boluda Mistral, que solo detectaron varios bidones de gasoil y otros restos del yate flotando en la superficie. Submarinistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil inspeccionaron la embarcación hundida sin encontrar rastro de persona alguna o evidencias sospechosas.
Descansando en un principio en un lecho de arena a unos 17 metros de profundidad, si bien, se encontraba en aguas generalmente tranquilas, ante la dificultad de acceso de otros barcos al puerto de la cementera de Arguineguín se optó por destruir los restos del naufragio, rompiéndose en muchos pedazos
Curiosamente por esos días de enero de 2003 se encontraban en nuestras aguas dos buques con el e mismo nombre de Meteor: uno noruego, en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife y otro un buque científico alemán, en el Puerto de Las Palmas.
FUENTE; R.S.V.