POR ÁNGEL RÍOS MARTÍNEZ, CRONSITA OFICIAL DE BLANCA (MURCIA)
Tal día como hoy, pero de 1755, un gran terremoto en Lisboa, sismo de entre 8,2 y 9,2, pero en Portugal alcanzó la intensidad máxima: 10; seguido de un tsunami arrasa el litoral atlántico de la península Ibérica y de Marruecos. Se produjo en el mar, a unos 200 km de la costa, cerca del Cabo de San Vicente. Las muertes se estimaron en unas 100.000 personas y quedó destruida la mayor parte de la capital de Portugal.
¿Cómo nos afectó?
El terremoto que aconteció día primero del corriente, se advirtió en esta villa entre nueve y diez de la mañana, a tiempo que quasi toda la gente de ella se hallaba en al parroquial, por estarse celebrando las glorias de los Dolores de María Santísima, a cuya soberana protección recurrió indeciblemente congojada a causa de ser moverse con grande violencia las columnas, paredes maestras y arcos, desprendiéndose del que sostiene la media naranja diversos fragmentos, por cuyo motivo cesó el orador y exhortando el Párroco a que se auxiliasen de tan Divina Señora sin recelo de su soberana protección, y deteniendo la mayor parte de la gente que, obligada y compelida de la duración del temblor, se salía del templo, se notó y advirtió por todo el pueblo, religiosos, sacerdote que celebraba y dicho Párroco, de quien irá firmado este informe, en el rostro de nuestra Madre, que toda la barba, mejillas, y narices, dejando el prístino color, se habían puesto tan cárdenas, que tiraban a negro, permaneciendo así por espacio de dos horas, y continuando hasta de presente con alguna remisión.
Duró el temblor por espacio de ocho o nueve minutos, y el segundo, que se advirtió después de las diez de la expresada mañana, duró tres o cuatro minutos, causando ambos notable quebranto en las bóvedas y arcos de la citada Parroquial, asegurándose por personas fidedignas, que se hallaban fuera, haber visto vibrarse la torre, que es de especial magnitud y fortaleza. No se advirtieron señales indicativas del temblor, ni ha habido desgracias en personas y animales.
El párroco era fray Pascual Santa (franciscano).