POR MIGUEL CABALLERO PÉREZ, CRONISTA OFICIAL DE LACHAR (GRANADA).
Algo sobre Marta Osorio, autora de Miedo, Olvido y Fantasía.
El libro titulado Miedo, Olvido y Fantasía, fraguado durante años de aislamiento voluntario que Marta paso en su casa, en esa atmósfera cerrada siendo su único contacto exterior los papeles incompletos y contradictorios que Agustín Penòn recopiló en su investigación entre 1955 y 1956 y que metió dentro de una maleta que donaría a su amante William Layton al que Penòn le hizo llegar antes de su muerte,, ocurrida en su Costa Rica natal en 1976, en esos diez años transcurridos Penòn lo lograría articular o reflejar un relato coherente debido a las evidentes contradicciones entre los testimonios de las personas que entrevistó, quizás fue un gesto de honradez personal como algún miembro de su familia lo definió.
Sabemos que todo el trabajo y documentos de recopilación sobre la muerte del poeta fueron dejados en herencia a favor de Layton, que los cedió a Ian Gibson en 1980, a pesar de las fricciones y choques entre ellos y presuntas amenazas judiciales por parte del americano, Gibson escribirá una publicación llamada: Agustín Penòn diario de una búsqueda lorquiana (1955-1956), publicada en 1990 – y que fue muy criticado por la propia Marta, acusando a Gibson de haberse apropiado del trabajo del costarricense en su propio beneficio-. Posteriormente fueron donados a Marta Osorio por Layton que sería profesor de interpretación de la propia Marta en Madrid – mientras estudió algo de arte dramático – y basándose en esos mismos papeles escribiría Miedo, Olvido y Fantasía.
Marta Osorio leyó y releyó y los considero la verdad absoluta en el asesinato del poeta, ella no era investigadora – ya que el investigador busca fuentes fuera de su aislamiento y sobre todo contrasta- se limitaría simplemente a transcribir sencillamente unos papeles contenidos en una maleta y a trasladar el contenido de la misma, equivocado o no de que le hicieron llegar sin más. Papeles que el propio Gibson en un artículo en el diario Ideal (30-1-99) tildó como llenos de dudas y confusos quizá debido a esas contradicciones dispares entre los testimonios recogidos, en un párrafo textual Gibson decía lo siguiente:
“Fue una tarea sumamente comprometida y dolorosa…. Penòn no era escritor (aunque tenía ganas de serlo). No redactaba con facilidad ni en español ni en inglés (su idioma de adopción) y había constantes interferencias –léxicas, sintácticas y otras- entre ambas lenguas. Incapaz de dejar una frase en su sitio, retocaba una y otra vez. Sus manuscritos eran un enmarañado sotobosque de tachaduras, modificaciones, reelaboraciones, dudas…”
Y lo demás es pura sobrevaloración de dicho libro, como libro de investigación histórica, al que se le puede calificar como muy interesante y curioso, pero carente del rigor histórico necesario debido a esa falta de contraste documental con los testimonios orales recogidos. Por no cotejar no visitaría siquiera el cercano pueblo de Chauchina para conocer a los Camborios. Según relata ella misma, si seguiría alguna pista sobre el asesinato del poeta de un supuesto informante que resultaría falso.
En la vida de Marta Osorio un suceso en su infancia la marcaria seguramente para siempre, de ahí posiblemente su carácter introvertido, ese suceso seria el asesinato de su madre, que se llamaba como ella Josefa y de apellidos Jiménez Montegui natural de Santa María de Marles (Barcelona), a manos de su padre Francisco Garrido Quintana, médico muy reputado especialista en dermatología y enfermedades venéreas que poseía una consulta en la Gran Vía nº 45 de Granada que a la vez era su domicilio.
Con ocasión de un viaje del matrimonio a Madrid, en la que llevarían al menor de los hermanos con su sirvienta para hacerse cargo del niño que contaba tres años de edad y se llamaba Manuel, en la tarde del sábado 16 de febrero de 1929 Francisco Garrido, disparó tres tiros a su mujer en la quinta planta del hotel Alfonso XIII, sito en la Gran Vía madrileña causándole la muerte, en Granada quedaron los otros tres hijos del matrimonio llamados Silvina de 10 años de edad, Francisco de ocho y Josefina de 5 años.
Testigo del suceso resultaría la propia criada y el niño de tres años que abrazaría a su madre una vez muerta, una empleada del hotel desarmó al asesino y pasaría posteriormente a disposición judicial.
En el juicio en el que el fiscal solicitaría que se celebrase a puerta cerrada, fue celebrado los días 16, 17 y 18 de diciembre de 1929, la acusación calificó los hechos como parricidio, como atenuante de arrebato y arrepentimiento espontáneo, solicitando 22 años de prisión, siendo condenado sólo a dos años y puesto en libertad provisional estando nuevamente en Granada en febrero de 1930 libre de toda culpa.
Volvería a casarse años después en Granada, y falleció en 1963 en Granada, era hermano del médico y rector de la universidad de Granada Fermín Garrido Quintana que también sería el último alcalde monárquico de febrero a abril de 1931, antes de dar paso al primer alcalde republicano. Habría un tercer hermano llamado Ángel Garrido Quintana que fue profesor de historia universal en la universidad de Granada en 1908.
Josefina Garrido Jiménez (Marta Osorio, utilizó como seudónimo, el segundo apellido de su abuelo, el catedrático de lengua Griega en la universidad de Granada, Manuel Garrido Osorio nacido en Villamayor de Santiago, Cuenca en 1836, en 1866 y siendo catedrático de latín en el instituto de Logroño dirigió la primera biblioteca pública de La Rioja y en 1869 ya sería el director de dicho instituto y allí conocería probablemente a su esposa Silvina Quintana Larrubia natural de Logroño en 1846, significamos que una hermana de Marta se llamaba Silvina igual que su abuela Josefina. (Marta) había nacido el 29 de febrero de 1924 y cuando sucedió esta desgracia contaba cinco años de edad, seguramente como hemos indicado antes este suceso marcaría su vida y su carácter.
Su madre era hija de otro profesor de derecho llamado Everardo Jiménez Gavarre y director de una revista editada en Madrid llamada La Tribuna Forense con sede en la calle Ayala, 4 de Madrid, autor de trabajos sobre legislación y persona reputada y conocida a nivel nacional por estos trabajos, había nacido en Illora (Granada) y que entre 1896 y 1900 pudo estar destinado en Barcelona, de ahí que su hija Josefina naciera en Santa María de Marles, su madre Dolores Montegui era natural de San Sebastián. Como vemos ambas familias procedían del ámbito académico de la universidad de Granada y con toda probabilidad la madre de Marta Osorio y el padre se conocieran en este ámbito.
Un dato enigmático, es que una persona desconocida publicó el 30 de abril de 2014 un blog en internet, titulado: Josefina de Granada, que aún se puede ver en internet, y que contiene un párrafo que dice:
Me asesinó de tres disparos por la espalda mi celoso esposo. Se había casado conmigo cuando yo solo contaba 18 años. Era de buena familia y la justicia de la dictablanda le condenó a dos años de cárcel. Cumplió uno. En Granada como siempre, todo se tapó. Mi asesino se casó con otra y murió ya hace cincuenta años. El, médico famoso y respetado. Yo, otra mujer olvidada. Tuve cuatro hijos..
Nadie hasta ahora ha sabido quién sería el autor de dicho blog, pero no es descabellado pensar que fuera la propia Marta o alguien muy cercano a ella, quien lo publicara dos años antes de fallecer. Es un asunto que añade un toque enigmático y casi misterioso a este asunto.
Josefina Garrido Jiménez cuyo seudónimo era Marta Osorio, nacida en Granada el 29 de febrero de 1924 hija de Francisco Garrido Quintana y Josefina María Jiménez Montegui, que vivían en la Gran Vía de Colon nº 45, que estudió en la universidad de Granada, que hizo algún pinito en teatro y que tuvo cierto éxito como escritora de cuentos infantiles y tras vivir un tiempo en Madrid, sería la depositaria de la llamada maleta de Penòn porque se la entregó Layton antes de que éste se suicidase, que al llegar a ella, ya estaría bastante expoliada por los documentos que Layton supuestamente vendió. En esa atmósfera cerrada de una casa situada en los llamados hotelitos de Belén conviviendo con sus traumas, durante bastantes años Josefina Garrido recopilo lo que en la maleta había, y como antes se ha dicho en el tema de los Camborios, ni tan siquiera se acercó a Chauchina a verificar y contrastar lo que Penòn recopiló en aquel final de verano de 1956 en aquel pueblo y aquellos personajes. Quizás si lo hubiera hecho hubiese descubierto una historia verídica, fascinante a la vez que trágica sobre esta familia y que en 1956 no le fue revelada al costarricense por el miedo que dicha familia tenía a las represalias de los que un 21 de julio de 1936 asesinaron a Antonio el Camborio y que a la vez asesinaron al poeta de Fuentevaqueros casi un mes después.
Joséfina Garrido (Marta Osorio) falleció en su domicilio de Granada el día 3 de agosto de 2016.