POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
Concluimos la serie de “Sanmartines” de la Comunidad de Villa y Tierra de Fuentidueña con la iglesia de San Martín de San Miguel de Bernuy, que se encuentra en ruinas y está emplazada, junto a la de San Pedro, en un paraje de acceso muy complicado por sus características topográficas, con pronunciados escarpes que le dan un carácter defensivo. Se trata de un promontorio fluvial que conforma una de las hoces del río Duratón aguas abajo hacia Fuentidueña en el que se están realizando sucesivas prospecciones arqueológicas desde el verano de 2020, con importantes hallazgos, sobre todo de la cultura celtibérica.
Su ábside es semicircular y fue despojado de sus sillares; en él se pueden distinguir lo que fueron los vanos de las tres ventanas de medio punto que tuvo en su día y que actualmente se encuentran tapiados con piedras de pequeño tamaño. Sus muros están construidos por sucesiones de cajas (que en el de los pies están dispuestas en espina de pez) y se aprecian perfectamente las aspilleras. Su altura está en torno a los seis metros, y los escasos restos de sillería que se conservan se hallan en la parte superior de las esquinas suroeste y noroeste.
La puerta principal, que está orientada al sur, también fue despojada de su sillería, si bien se aprecian aún perfectamente lo que serían sus arquivoltas. Sobre ella se abre una pequeña ventana, al igual que en el muro de poniente, a los pies, en este caso situada a considerable altura.