POR SANTOS BENITEZ FLORIANO, CRONISTA OFICIAL DE CÁCERES.
El Castillo de la Arguijuela de Abajo es una fortificación situada dentro del término municipal de la ciudad de Cáceres y a unos 14 kilómetros de ella. Recordemos que el municipio de Cáceres es el más extenso de España con más de 1.750 kilómetros cuadrados.
Está situado entre los términos de Valdesalor y Aldea del Cano y muy próximo al Castillo de la Arguijuela de Arriba. Por el castillo pasa la «Ruta de la Plata», camino de peregrinos desde Sevilla a Santiago de Compostela, siguiendo la conocida como Ruta Mozárabe.
La dehesa de la Arguijuela perteneció originalmente a los Blázquez, familia nobiliaria que venía acompañando a Alfonso IX de León en la reconquista de la ciudad, el 23 de Abril de 1229. Se asentaron en estas tierras y edificaron un baluarte que formaba parte de las defensas de Cáceres para evitar las internadas de portugueses y moros intentando que fueran la primera línea que contuviera dichas invasiones. También sirvió para defensa y cuidado de los peregrinos que iban a Santiago de Compostela.
Inicialmente fue una edificación del tipo «Casa Fuerte» y fue construido entre los siglos XV y XVI. La familia de los Blázquez cambiaron su nombre a partir del casamiento de Hernán Blázquez con Leonor de Ovando. El castillo fue construido por Francisco de Ovando «El Viejo» y estuvo asociada desde su construcción al desarrollo de actividades agropecuarias pero a la vez tenía elementos comunes a castillos de la zona ya que disponía de un recinto amurallado y torres de protección.
Al fallecer Francisco «El Viejo», la propiedad pasó a Francisco de Ovando «El Rico» y después a Francisco de Ovando Mayoralgo, hijo del anterior y nieto del fundador. La familia Ovando ha sido la propietaria de dicho castillo a lo largo de la historia. En Octubre de 1936 y con motivo de la solicitud de ayuda militar de Franco a Hitler, llegaron los primeros carros de combate Panzer I, que habían arribado a Sevilla en barco.
Durante bastantes meses se estableció en el castillo una academia de formación de conductores de vehículos blindados, dirigidos por el coronel alemán Wilhelm von Thoma. Posteriormente la academia de formación fue trasladada a la provincia de Toledo, participando el material existente en combates en las proximidades de los frentes de Madrid.
Es curioso como en algunas salas de la torre del homenaje podemos observar dibujos hechos a lápiz de carros de combate alemanes, realizados por los soldados cuando eran recluidos durante un tiempo como medida disciplinaria.
Sus actuales propietarios, descendientes de los Marqueses de Castro Serna, son los hijos de D. Ramón Jordán de Urríes y Martínez de Galinsoja, Vizconde de Roda, fallecido hace pocos meses, que mantiene una explotación agropecuaria importante.
Desde 1997 y gracias a César Ráez y su familia la propiedad se convirtió en un moderno complejo hostelero con una concepción actual y adecuada de respeto y conservación del patrimonio cultural y natural. Al dejarlo César hace pocos años en la actualidad es la empresa Bravo Hostelería la que gestiona dicho complejo. Debemos recordar que el castillo está protegido por la Declaración genérica del Decreto de 22 de Abril de 1949 y la ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. Desde el 3 de Septiembre de 1.991 tiene la declaración de Bien de Interés Cultural.
El Castillo se construyó inicialmente por Francisco de Ovando «El Viejo» en el siglo XV de planta rectangular hecho de mampostería y sillares.
Pero fue su nieto Francisco de Ovando Mayoralgo el que inició una serie de mejoras y dotó al castillo de torres, matacanes, saeteras, troneras y garitas, mejorando y ampliando toda la zona interior con las dependencias residenciales. También construyó un patio interior rodeado de galerías con pórticos, muy semejantes a las que existen en los palacios de Cáceres. Una galería lateral tiene estilo gótico muy sencillo y sin embargo, las otras dos galerías tienen más cantidad de detalles y riqueza escultórica típica del Renacimiento.
A medidos del siglo XVI Francisco de Ovando Mayoralgo añadió un cuerpo en la parte sur que no está bajo la protección de los cubos redondos, en el que se muestra un mayor cuidado y refinamiento en los detalles constructivos como en el labrado de los blasones y en una garita en voladizo apoyada sobre ménsulas y decorada con motivos sogueados.
En el primer tercio del siglo XVII se llevaron a cabo una serie de obras de reforma en el cuerpo meridional así como en la torre del homenaje, ubicada en el centro de la fortaleza, destinadas a servir de zona residencial de los señores. El castillo en aquella época era propiedad de Francisco Antonio de Ovando y su familia. El cuerpo principal orientado al norte, más antiguo, había quedado en un cierto desuso por ser menos confortable si bien era una zona que proporcionaba las condiciones y seguridad requeridas.
Por todo el castillo se ven blasones de las familias fundadoras, las Ovando-Mogollón (Ovando: De plata, cruz floronada de gules, cantonada de cuatro veneras de lo mismo. Mogollón: En oro dos osos pardos y puestos en palo. Bordura de gules
(rojo vivo), con ocho aspas de oro). Varios de ellos, los situados en la portada principal son de gran calidad; los más pequeños están labrados en mármol y los mayores en granito. Sobre estos se alzan matacanes semicilíndricos y troneras cruciformes.
Frente al castillo podemos apreciar un espectacular jardín romántico diseñado por Dª Consuelo Correcher, que fue Directora del Museo Botánico de Madrid y que se enamoró del lugar nada más verlo.
El precioso proyecto contempló tres zonas en el jardín: una zona frutal, otra zona alta-noble y una tercera romántica. La realización física del jardín la inició el recordado y afamado Diosdado Simón Villares, Jefe de Parques y Jardines del Excmo. Ayuntamiento de Cáceres. En su origen la propiedad tenía palmeras que nos hablaban de algún propietario indiano pero desaparecieron hace años.
Actualmente el 90 % de las plantas son autóctonas de Extremadura destacando unos olivos centenarios de gran belleza. Separada de la fortaleza principal hay una ermita-capilla dedicada a la advocación de Nuestra Señora de Gracia, construcción de finales del siglo XV y principios del XVI.
En la actualidad alberga la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Expiración de la Arguijuela, talla anónima de finales del siglo XIV, ya que la imagen de Nuestra Madre y Señora de Gracia y Esperanza, obra del escultor Ángel Luis Slater del año 2003, permanece todo el año en el Centro Parroquial de Jesucristo Resucitado.
Dichos Pasos Procesionales desfilan la mañana del Viernes Santo en la Semana Santa de Cáceres, declarada de Interés Turístico Internacional, ya que son las Imágenes Titulares de la Ilustre Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Expiración de la Arguijuela y Nuestra Madre y Señora de Gracia y Esperanza.
FUENTE: S.B.F.