POR MANUEL GONZÁLEZ RAMÍREZ, CRONISTA DE ZACATECAS (MÉXICO)
¿Y qué tiene que ver eso con Zacatecas?
Nos referimos al Príncipe Salvador de Iturbide.
Nació el 16 de julio de 1820 en la Ciudad de México y fue bautizado al día siguiente en la catedral metropolitana.
En 1822 fue electo su padre como Emperador de México y Salvador se convirtió en Príncipe con el tratamiento de Alteza.
La familia imperial se alojó en uno de los edificios más bellos e imponentes de la Ciudad de México, de ahí que se le conociera como el Palacio de Iturbide. Fue construido por los condes de San Mateo de Valparaíso para que en su momento lo habitara su hija, casada con el marqués de Moncada. No perdamos de vista que la Condesa de San Mateo de Valparaíso, doña Ana María de la Campa y Cos, nació en Sombrerete, Zacatecas.
Caído el Imperio, Salvador se quedó en el país, y en la capital se casó, en 1848, con María del Rosario Marzán Guisasola, con quien tuvo un hijo a quien pusieron Salvador Agustín Francisco de Paula Tomás.
La familia se mudó a la ciudad de Tepic en 1856, donde el Príncipe don Salvador murió ahogado en un río mientras tomaba un baño.
Fue enterrado en el panteón municipal el 9 de junio de 1856 y hasta la fecha, sus restos descansan en el lugar, lejos de los de su esposa, quien murió tres años después en Ciudad de México.