PIONONOS DE SANTA FE Y POLKAS DE LASTRES

POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

10404414_723998301022062_5595549282660101745_n

El próximo 8 de diciembre de 2014 cúmplese el 160º aniversario, mediante la publicación de la Bula Ineffabilis Deus, por parte del Papa Pío IX, de la proclamación del dogma de la INMACULADA CONCEPCION DE MARÍA.- Sucedió esto, como ya habrán calculado, en 1854.

Dos sucesos curiosos se derivaron de esta proclamación religiosa: uno de cuna asturiana; el otro, con origen granadino.

El asturinao fue idea y realidad del Obispo don Manuel Fernández de Castro, «don Manolín, que ocupó la diócesis de Mondoñedo, bablista y amigo de bablistas como Teodoro Cuesta José María Acebal, Justo Alvarez Amandi… ¿Y qué hizo don Manolín? Pues, sencillamente, traducir al bable (al asturiano) la famosa Bula y mandar un ejemplar al Vaticano, donde allí se conserva en sus archivos. Otro ejemplar, este en Oviedo, fue editado en facsimilar por el RIDEA, con prólogo de Francisco Escobar, en 1976.

El suceso granadino se olvida de lo literario y va más a lo dulcero: En l897, la Confitería Casa Ysla, de la ciudad granadina de Santa Fe -ciudad donde se firmaron las Capitulaciones entre los Reyes Católicos y Colón para dar realidad a la aventura del Descubrimiento- decide crear una dulcería en recuerdo y honor del Papa Pío IX (que en vez de Pío noveno dieron en llamar Pío Nono) y en gratitud por la proclamación del dogma de la Inmaculada.

A tal dulcería la denominaron PIONONOS DE SANTA FE.

En la mayoría de las confiterías asturianas los piononos los elaboran con una capa muy fina de bizcocho que envuelve un «cuerpo» de crema pastelera, y se adorna con un espolvoreo de azúcar (color blanco de sotana papal) y unas líneas transversales u oblicuas de requemado de azúcar.

Con cierta similitud a los granadinos la riosellana Confitería Escudero, hoy desaparecida, inventó las POLKAS, unos dulces que en molde vertical de petit-choux van rellenos de una crema pastelera requemada superficialmente. Esta dulcería, rescatada por un nieto «del inventor» sigue presente en la Confitería Cristina, de Lastres (Colunga).

Se me ocurre una idea: Ya que una parroquia de Colunga se llama Isla, ¿por qué no propiciar un hermanamiento COLUNGA -SANTA FE bajo el lema: «POLKAS Y PIONONOS, DULCES DE NORTE A SUR?

Una advertencia: las polkas lastrinas no tienen nada que ver con las «polkas» de Torrelavega, que basan su realidad dulcera en el hojaldre.

Sin Comentarios.

Responder

Mensaje