POR JULIÁN HURTADO DE MOLINA, CRONISTA OFICIAL DE CÓRDOBA Y EL CARPIO (CÓRDOBA).

Los plateros de Córdoba, amparados por la experiencia acumulada a lo largo de siglos, se han ganado a pulso el reconocimiento a la calidad de su trabajo.

Hay en común en la fecunda historia de nuestra ciudad un sector productivo que ha permanecido vivo e inalterable a través de los siglos y ese es el de la platería.

Arte y oficio unido íntimamente a Córdoba, tanto histórica como socialmente, hasta el punto de convertirse en seña de identidad cordobesa, como se demuestra por su secular arraigo y la maestría y belleza artística de sus trabajos.

Si la Córdoba romana ya evidenciaba el apogeo de su actividad joyera, la época andalusí proporcionó a nuestra ciudad la maravilla de la filigrana y la cristiana trajo el arte de la orfebrería, siempre con la utilización destacada de la plata.

Los plateros de Córdoba, amparados por la experiencia acumulada a lo largo de los siglos, se han ganado a pulso el reconocimiento a la calidad y buen hacer de sus trabajos y desde el egregio e histórico Colegio-Congregación de San Eloy a la honorable y acreditada Mutualidad de Sociedad de Plateros, o la Asociación Provincial de Joyeros, Plateros y Relojeros de Córdoba y el valioso e indispensable Consorcio Escuela de Joyería de Córdoba, ahora centro de referencia nacional, una larga tradición avala a este sector de la industria cordobesa.

Hito pionero e histórico en el arte de la joyería lo constituyó hace ahora veinte años la creación del denominado Parque Joyero, buque insignia de la platería cordobesa.

La joyería de nuestra muy noble, muy leal y muy hospitalaria ciudad se encontraba hasta ese momento casi exclusivamente fragmentada en pequeños talleres artesanales, situados la mayor de las veces en barrios de la entonces periferia, que seguían en algunos casos y en cierta forma modelos casi medievales. Pero los cambios sociales y económicos, las nuevas normativas, gustos y concepciones y el paso del tiempo, han ido imponiendo nuevos modelos en el proceso de creación y producción de las piezas de joyería y aunque lógicamente una parte se ha mantenido en las técnicas artesanales, sin embargo la llegada de las nuevas tecnologías han abierto infinitas posibilidades de innovación y han cambiado y facilitado algunos procesos, aunque no cabe duda que en la actualidad el trabajo manual evidentemente continúa siendo requisito indispensable para elaborar joyas de calidad.

Nuestro Parque Joyero, lugar emblemático, no solo de la joyería cordobesa sino de todo el país y casi que también de toda Europa, alberga y aglutina en la actualidad a más de trescientas empresas. Con su visión precursora, adelantada y pionera, supo esperar con paciencia a que el sector se fuese reorganizando y con el apoyo de las instituciones públicas y privadas, demostrando una vez más que como siempre la unión hace la fuerza, finalmente y tras unos años de vicisitudes provocadas por la crisis financiera primero y la pandemia después, ha resurgido de forma imparable, sostenida y brillante hasta alcanzar este vigésimo aniversario que esplendorosamente conmemoramos y en el cual ha tenido destacado protagonismo el Diario CÓRDOBA, que con su cualificada y digna publicación monográfica ha apoyado decididamente a este gran espacio de la joyería cordobesa.

*Cronista oficial de Córdoba

FUENTE: https://www.diariocordoba.com/opinion/2025/03/17/20-anos-parque-joyero-115356270.html