POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA. CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
La falta de agua corriente, en el pueblo, y su potabilidad eran dos proyectos tan ambiciosos como necesarios. Sin lugar a dudas, mejorarían las condiciones higiénico- sanitarias, y se evitarían gran cantidad de brotes epidémicos; que venían azotando al pueblo de Ulea, con inusitada frecuencia.
Pues bien, en sesión ordinaria del día 21 de junio de 1930, el secretario, por orden del Alcalde, Don Ernesto Ríos Torrecillas, al que acompañaban los tenientes de Alcalde Don Aurelio Hita Carrillo y Don Antonio Abellán Ramírez, da lectura a una carta del Alcalde de Cartagena, de fecha 18 del actual mes de junio, en la que pone de manifiesto de que un representante del Ayuntamiento de Ulea, vaya a Madrid, el día 24 del actual, para unirse a los demás representantes de los distintos ayuntamientos, mancomunados para solicitar la construcción y explotación de los Canales del Taibilla al objeto de obtener la solución de dicho asunto del Excmo. Sr. Ministro de Fomento.
Enterados los señores de la Comisión permanente, por unanimidad, se acuerda nombrar al representante del Ayuntamiento de Ulea,. Gumersindo Cascales Carrillo para que se persone, en la sede del Ministerio de Fomento, el día 24 del presente mes, a las once de la mañana, para que, en unión de los demás representantes de los ayuntamientos interesados en la construcción de los Canales del Taibilla, visite al Excmo. Sr. Ministro con el fin de que gestionar la pronta resolución de dicho asunto, costeando, por parte del Ayuntamiento, los gastos que genere dicho viaje.
Las gestiones seguían su curso normal y por parte del Ministerio de Fomento, se le había dado carácter “de prioritario”. El Alcalde de Cartagena, como abanderado de la gestión, envió una nueva misiva al Ayuntamiento de Ulea, para que enviara un segundo representante, a la Ciudad Departamental, para seguir elaborando la documentación solicitada por el Ministerio. Dicho cargo recayó en la persona de Jesús Rubio Martínez, abonándole el importe de los gastos del fondo, del erario público con arreglo al Capítulo 2, Artículo 1, del presupuesto municipal.
En todos los pueblos, por donde discurriría el canal del Taibilla, se celebró con júbilo dicha iniciativa, “remando en la misma dirección que indicaba el Capitán del barco”; en este caso, el Alcalde de Cartagena, como cabeza visible de la gestión.
Todos los uleanos soñaban con tener agua corriente en sus casas, como en las capitales. Mejorarían las condiciones higiénico-sanitarias del pueblo y se evitarán multitud de enfermedades. “Sonaban campanas halagüeñas”.