POR HERMINIO RAMOS, CRONISTA OFICIAL DE ZAMORA
Venialbo lleva consigo el enorme peso de una larga historia. Así nos lo recuerda Ana Díaz Medina en su interesante trabajo sobre el censo de población correspondiente a lo que hoy es nuestra provincia de Zamora. En este trabajo nos recuerda los dos censos correspondientes al siglo XVI, 1530 y 1591. En el primero de ellos Venialbo, aparece con una población de 241 vecinos que pagaban impuestos y 322 en el censo de 1591, atendidos por cuatro clérigos. Estos sencillos datos nos dicen con toda claridad la importancia de este pueblo que ha mantenido y desarrollado a una rica variedad de celebraciones y ritos llenos de una gran trascendencia y significado, como lo demuestra el célebre baile del Niño que tiene lugar en fechas navideñas, posiblemente una de las manifestaciones más representativas y a la vez significativas del culto, auténtica muestra del respeto y encaje en el mundo de las celebraciones populares. El pueblo en pleno sigue tras la eucaristía la procesión danzando alrededor del Niño sin darle nunca la espalda, magnífico y singular detalle de no dar la espalda a quien le debemos todo. Danza que bien entendida constituye todo un tratado teológico perfectamente definido porque la vida, nuestra vida, no es más que una danza que con música o sin ella hemos de ejecutar muchas veces sin acompañamiento o con mala música que aún es peor.
Esta danza tradicional, que todos los años concita el interés de numerosos visitantes, constituye una de las manifestaciones navideñas más representativas en la península y bien merece el cuidado y mimo que el pueblo entero de Venialbo ha puesto desde hace siglos.
Fuente: http://www.laopiniondezamora.es/