POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
Asistí a un Congreso de Arte, en Madrid, hace unos años. A él, concurrimos pintores, músicos, escultores y escritores de toda la geografía española.
Nunca había acudido a un Certamen tan peculiar y, ciertamente, me picó el gusanillo y me animó a conocer otros estratos culturales para mí desconocidos. La verdad es que no hacía falta que me animaran. Entre mi ilusión y el empuje de un grupo de Cronistas de la Región de Murcia, mi inscripción fue inmediata. Ellos ya habían acudido a congresos anteriores y, me dieron unas ligeras pinceladas de los temas a tratar y, sobre todo, la forma de abordarlos.
Para mí, con 58 años, era toda una sorpresa. La experiencia de 34 años de médico y los muchos años como aprendiz de escritor, me dieron ocasión para asistir a congresos afines a mi trabajo y a mi entretenimiento literario. Sin embargo, este nuevo Congreso era, para mí una movida novedosa. Por tal motivo, me propuse a vivirlo con la intensidad que permitieran mis relativas entendederas.
Tras la disertación de la charla de apertura, nos programaron para que hiciéramos una excursión por las cercanías del Guadarrama. Allí, el ponente, hizo varios grupos y nos invitó a que diéramos un breve paseo por las inmediaciones y, después, hiciéramos una descripción de cuanto habíamos visto.
El paraje estaba engalanado por arbustos y matojos de monte bajo, pero, predominaban las amapolas y, cada cual; músicos, escritores, escultores y pintores, plasmamos cuanto habíamos visto en una partitura, en un folio, en una pequeña talla escultórica o en un lienzo. Cada cual, según indicación del ponente le dimos vida a idéntica panorámica.
Al día siguiente, tras haber revisado los trabajos, pasó a explicarnos de forma detallada. Como experto en la materia, recalcó similitudes y diferencias qué, sin lugar a dudas, daban realce a los trabajos. Sí, nos decía, las peculiaridades de cada uno, le dan una riqueza enorme a la descripción de un mismo paisaje.
Para concluir, nos dijo: Entre todos, cada cual con el arte que practica, le habéis dado vida, al plasmarlo en una partitura, en un escrito, en una escultura o en un cuadro. Sí, todos, desde vuestra perspectiva le habéis dado vida. Sin más dilación, prosiguió diciendo, hizo hincapié en que todos habíamos descrito la escena de forma brillante pero que además, «los pintores, habían volcado en el cuadro un ideario estético».