POR APULEYO SOTO, CRONISTA OFICIAL DE BRAOJOS DE LA SIERRA Y LA ACEBEDA (MADRID)
Sea la luz, dijo Dios empezando a procrear, y de su impulso salió todo después sin parar: mares, bosques, montes, valles, ríos, piedras, flores, frutos, cabos, golfos, aires, aves, lluvias, nieves…y hombres brutos.
¿Y qué hacemos con sus dones? Eso me estoy preguntando, delirando, delirando y sin hallar soluciones. Unos los malversan, ¡hala!, otros los usan sin tino, algunos, qué triste sino, los odian a punta pala. Pero nadie se preocupa de echar una mano al mundo estando como está, inmundo, y chupa, chupa que chupa.
Señor, ya no nos deis más; no merecemos tu gracia desde que en Grecia la acracia se impuso en un paso atrás. Sea la luz otra vez, resurja un renacimiento y que las alas del viento se lleven tanta memez.