DIRECTAMENTE PROPORCIONAL

POR ANTONIO LUIS GALIANO, CRONISTA OFICIAL DE ORIHUELA

Revista Cofradía Ecce-Homo. 50 Aniversario, 1940-1990. Foto-Estudio Sevilla.

Revista Cofradía Ecce-Homo. 50 Aniversario, 1940-1990. Foto-Estudio Sevilla.

A medida que cumplimos años observamos que la velocidad de caída de las hojas del calendario es directamente proporcional a la edad. Dicho de otra forma, si analizo cómo pasaban los días cuando era niño y adolescente veo que transcurrían lentamente en dirección a las vacaciones navideñas, o de Semana Santo o estivales. Sin embargo, en la actualidad con más de trece lustros a la espalda, los días, las semanas y los meses alcanzan una velocidad vertiginosa que casi no nos da tiempo a recrearnos. No por ello, hay que dejarlos pasar sin aportar algo nuevo. Muy al contrario, tenemos la obligación con la sociedad de entregar todo lo mejor que poseemos, sin esperar a cambio reconocimientos ni ninguna clase. Con los años, la perspectiva se va haciendo cada vez mayor, y vienen a la memoria hechos de los que fuimos testigos y que, en algunos casos, llegamos a ser además de meros espectadores, incluso protagonistas. Asimismo, si los ojos los fijamos en una mayor distancia en la que no estuvimos presentes, quienes nos informen serán las manifestaciones de los demás, los vestigios que nos dejaron a través de sus escritos, o bien en las noticias recogidas en periódicos o en documentos de archivo.

Así, al llegar a este punto, mirando de atrás hacia adelante, situémonos en este día de hace veinticinco años, concretamente en el primer viernes de Cuaresma de 1990. Había quedado atrás el Carnaval y el Miércoles de Ceniza, había llevado a nuestras frentes la señal de la Cruz. En aquel viernes, tal como se venía haciendo desde hacía muchos años, El Abuelo recorría el trayecto desde su capilla en la iglesia de Santa Ana de los franciscanos, hasta la parroquia de las Santas Justa y Rufina, para recibir el homenaje de toda Orihuela y su huerta, en la misa solemne del domingo siguiente organizada por la entonces Junta Mayor de Cofradías y Hermandades, la novena y el tradicional besapié. Estaba próxima la bendición del nuevo trono de Nuestro Padre Jesús, que se llevó a cabo en la citada parroquia en la Cuaresma de ese año, a cargo del franciscano fray Domingo Meseguer, siendo presidente de la VOT (así se llamaba entonces) Ángel García Galiano. Todavía no se había hecho público el nombre de la persona que debía de ostentar la distinción de Caballero Cubierto Portaestandarte en la procesión del Santo Entierro de Cristo y que, alguna semana después se tuvo conocimiento que el elegido por la Corporación Municipal presidida por Luis Fernando Cartagena Travesedo, era Antonio Vicente Almagro Giménez, que en aquellos momentos era jefe de Planificación de Programación de Televisión Española y que en la actualidad es presidente de la Hermandad de los Caballeros Cubiertos.

Dicho nombramiento, se solía hacer público fechas antes del Pregón de la Semana Santa, el cual era uno de los primeros eventos a los que asistía el Caballero Cubierto, puesto que el del año anterior al último acto que asistía era la procesión de regreso del Patrón Popular de la Ciudad y la Huerta a su capilla el segundo domingo de Cuaresma, tras haberse celebrado el novenario en la citada parroquia de las Santas Justa y Rufina. Por esta fecha, el glosador del Pregón Manuel Cañizares Llanes debía estar preparando su glosa, ya que la noticia de su designación por parte de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades, fue dada el 18 de febrero.

El acto del Pregón de la Semana Santa se llevó a cabo el cuarto viernes de Cuaresma, 23 de marzo, en el Aula de Cultura de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, y al mismo, por primera vez asistió el obispo Francisco Álvarez Martínez. Fueron distinguidos como Nazareno de Orihuela Antonio García-Molina Martínez y Manuel Cagigal Masiá. El prelado, en sus palabras, dijo entre otras cosas: «El obispo no preside, sino que está con vosotros haciendo de sostén de esta Semana Santa. Y si el alcalde, junto al respeto y compromiso con la transmisión gozosa de una realidad que queréis llevar a vuestros hijos, ha dado su plácet para que las procesiones salgan a la calle, yo las bendigo».

En ese año de 1990 se cumplían las Bodas de Oro de la Hermandad del Silencio y de la Cofradía Ecce-Homo, presididas por Mateo Gil Muñoz y José Víctor Rodríguez López respectivamente. Con tal motivo en los talleres de Gráficas Zerón se vivía la preparación de dos publicaciones conmemorativas. La primera, presentaba en su portada una foto de Loino, con la imagen del Cristo del Consuelo de José Puchol (1795), y en la segunda, aparecía un trabajo de Foto-Estudio Sevilla, teniendo como protagonista el paso del Ecce-Homo (Jesús salido de la gubia de Salzillo en 1777 y Pilato de Rabasa y Royo de 1943, tras el balcón obra de Orrico).

Estas publicaciones fueron diseñadas y dirigidas respectivamente por Valeriano Barber Alonso y por quien suscribe. Dejaron su impronta, plumas ya dormidas como las de Victoriano Garrigós Jaime, Conchita Martínez Marín, Agustín Nieto Fernández, Carlos Fenoll, Jesús Hernández, José María Soto de Leyva, Buenaventura Cumella Orozco, Enrique Lucas Parra, Joaquín Ezcurra Alonso, Ricardo Correa Ferrer, José Guillén García, Joaquín Más Nieves, Antonio Martínez Marín, Manuel Molina, Vicente Ramos, Francisco Martínez Marín, José Muñoz Garrigós, Adolfo Arias Muñoz y Antonio García-Molina Martínez.

En el recuerdo de todos ellos, alargamos nuestra mirada desde la perspectiva de este primer viernes de Cuaresma del año 2015.

Fuente: http://www.laverdad.es/

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