CASINOS (VALENCIA): “SALPASSA” O BENDICIÓN DE LAS CASAS

POR JOSÉ SALVADOR MURGUI, CRONISTA OFICIAL DE CASINOS (VALENCIA)

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El miércoles santo, se tenía por costumbre bendecir las casas. Bendición que se hacía por el Señor Cura, acompañado del Sacristán, algún cantor i los monaguillos.

El acto consistía sencillamente en bendecir las casas para alejar los malos espíritus, y esta bendición la hacia el sacerdote vestido de sotana, roquete y estola (morada) y portando un crucifijo.

El sacristán llevaba el pozal con el agua bendita i el hisopo. Los monaguillos llevaban la sal, el agua bendita y cestas vacías.

Dentro de las casas estaba preparada una mesa cubierta con mantel, en ocasiones de ganchillo, un crucifijo, flores, un vaso con agua, dos velas encendidas, sal y un huevo. Este huevo era la ofrenda que se deba a la iglesia, y que iba a parar a las cestas vacías que llevaban los monaguillos. En alguna casa además de los huevos, como ofrenda, ofrecían limosna en efectivo.

Este itinerario se acompañaba con cantos en valenciano:

“Ous a la canasta, ous al ponedor,
Bones bastonaes al Señor Retor.

Ous aci, ous allá,
Bones bastonaes al Señor Sacristá”

Este acto se hacía como ya se ha dicho el miércoles santo por la mañana, después de la misa, salía la comitiva religiosa desde la Iglesia y se dirigían a todas las casas del pueblo.

En cada casa, el Sacerdote al llegar daba la Paz: “¡Paz en esta casa!, y todos los moradores de la casa, arrodillados besaban el crucifijo y recibían la bendición con el agua bendita que lanzaba con el hisopo. Esta bendición era extensiva a la casa, cuadra, corral y animales.

Los monaguillos se encargaban de poner un poco de sal y agua bendita dentro del vaso y del salero respectivamente, de esta forma quedaba todo bendecido.

Acabada la ceremonia se despedían “Hasta el año que viene, que tengamos salud” y de allí, marchaba la comitiva a la casa vecina.

Esta costumbre dejo de hacerse en Casinos en 1963.

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