El pasado día 20 de marzo, se celebró en el Archivo Histórico Nacional la fiesta de San Benito, patrón del cuerpo facultativo de Archivos.
La iniciativa fue del jefe de la Sección de Clero, Luis-Miguel de la Cruz. Cooperó a ella el cronista oficial Antonio Linage Conde, asiduo visitante del Archivo, tras de las huellas del pasado de Sepúlveda. Prestó ayuda valiosa Javier Sanz, el alma de la Real Academia de Medicina.
Al salón de actos entró Luis Miguel entre dos becarias, llevando un relicario de San Benito que perteneció a un convento de las carmelitas. Juan Carlos Asensio, director de un coro ‘Schola Antiqua’, de canto gregoriano, y otro cantor, Benjamín -al ser día laborable no pudo acudir el resto-, presentado por Antonio Linage, interpretaron tres piezas del oficio de la misa del santo: ‘Introito’, ‘Antífona de la Comunión’ y ‘Secuencia’.
Luis-Miguel, Sanz y Antonio Linage Conde leyeron párrafos de la Regla Benedictina y de la Vida del santo en la Leyenda Aurea de Jacobo de la Voragine.
Después de tomó una copa de Benedictine y un trozo de tarta de la confitería ‘Viena Capellanes’. Este nombre la viene de su primera instalación en la calle de Capellanes de Madrid, así llamada por los que lo eran del convento de las Descalzas Reales, donde también se cantaba gregoriano.
El pasado año, Antonio Linage no pudo asistir por estar en Palma de Mallorca. A la hora de la celebración comunicó con los que en Madrid se disponían a ella. Estaba entonces de visita en Capitanía. Y tenía la sensación de estar haciendo la mili y haberse quedado arrestado, tanta fue la anomalía que sintió al no poder participar en la entrañable fiesta.