ESTO EQUIVALE A «LA DESAPARICIÓN FORMAL DEL SEÑORÍO, ABOLIDO A PRINCIPIOS DE SIGLO XIX EN LAS CORTES DE CÁDIZ» (1810-1814), SEGÚN EXPLICA EL CRONISTA OFICIAL DE ESTE MUNICIPIO DEL CAMP DE TÚRIA, JOSÉ VICENTE CALATAYUD
El cambio de siglo, entre el XIX y el XX, supuso el adiós definitivo a algunas costumbres y usos que todavía procedían de épocas lejanas. Ribarroja es un gran ejemplo. A caballo entre ambos siglos, una antigua familia con derechos feudales (procedentes de la Edad Media) acabó por renunciar de forma definitiva a la posesión de tierras y al uso del agua, mediante el Compromiso de Cesión. Esto equivale a «la desaparición formal del señorío, abolido a principios de siglo XIX en las Cortes de Cádiz» (1810-1814), según explica el cronista oficial de este municipio del Camp de Túria, José Vicente Calatayud.
El conde de Revillagigedo dejó escriturado en 1897 lo que debía suceder a su muerte, ocurrida diez años después (1907). A través del Compromiso de Cesión, comenta el concejal de Patrimonio y Turismo, Salvador Silvestre, «cedía sus tierras de secano en la a la Comunidad de Regantes, que es propietaria de una gran superficie conocida como Monte Blanco».
«Estos riegos ya existían en la Edad Media, pero en época moderna los agricultores no pudieron disponer libremente hasta el Compromiso de Cesión del azud, las acequias y el puente a la sociedad de regantes que se constituyó», matiza Calatayud.
El documento recoge la «cesión o venta de las tierras, dominios y terrenos que poseía en la villa y baronía de Ribarroja», tal y como recoge el Compromiso. Los Revillagigedo, agrega Silvestre, «tienen relación con el Molino, la Cisterna, el Lavadero, el Castillo y el Templo Parroquial» de un municipio, cuya relación con el río es de las más estrechas de la comarca e incluso la provincia. Así lo confirma la reciente construcción del Parque Fluvial en Ribarroja del Turia, que hace gala de su apellido.
Existen otros acontecimientos de importancia en la historia de esta población, como la visita del rey Alfonso XIII a principios de siglo. También el estreno en 1932 del Himno a Ribarroja, escrito por dos jóvenes del pueblo: José Facundo (música) y José Mullor (letra). El primer verso ya habla de del río. Dice «Ribarroja la del Turia». «Era la primera vez que el nombre del pueblo aparecía con el apelativo ‘del Turia’. El reconocimiento oficial del nombre actual se produjo en 1955 y la idea de la Ofrenda al río Turia no se pudo conseguir hasta el año 1980», relata Salvador.
Otro evento de enorme relevancia es más reciente, el descubrimiento en 1970 del yacimiento visigodo del Pla de Nadal, considerado pieza arqueológica clave del tránsito del siglo VI al VII. Algunas de sus muestras se exhiben en la nueva zona museística del rehabilitado castillo de Ribarroja.
Fuente: http://www.lasprovincias.es/ – P. Huguet