POR JOSÉ RAIMUNDO NÚÑEZ-VARELA Y LENDOIRO, CRONISTA OFICIAL DE BETANZOS, MIÑO Y PADERNE (LA CORUÑA)
En el segundo tercio del siglo XVIII, conocido como el siglo de las Luces, aunque al igual que hoy no iluminara en todas las puertas, tendría lugar un conflicto entre la Comunidad dominica de Betanzos y la Venerable Orden Tercera (V.O.T.), en razón al horario de salida de las procesiones de Semana Santa de las congregaciones establecidas en sus respectivos templos, y conflicto en el que también tendría que intervenir La Justicia y Regimiento.
Por aquel entonces salía de la capilla de la V.O.T. la procesión del Ecce Homo el domingo de Ramos por la tarde, que transcurría por la Rúa Traviesa, Calle de la Plaza, primer tramo de la Calle de los Herreros, y que por la Calle del Canto retornaba al atrio de San Francisco donde se recogía. Igualmente la V.O.T. organizaba la procesión del Silencio el Viernes Santo conocida popularmente como dos Caladiños, que efectuaba la salida a las nueve de la noche y se retiraba sobre las doce, con igual recorrido (Veánse nuestros trabajos Nuevas ordenanzas del Gremio de Zapateros en el siglo XVIII, las Fundaciones de la Venerable Orden Tercera de Penitencia, en el programa de festejos 2007 y 2011 y los artículos Los Portadores de la Soledad y La Procesión de la Dolorosa publicados en Betanzos e a súa Comarca el 1-3 y el 1-4 del año 2000 respectivamente, y que figuran en esta web).
De la iglesia de Santo Domingo salía la procesión del Santo Sepulcro y Soledad, organizada por la comunidad de predicadores, una vez finalizado el Desenclavo entre las cinco y seis de la tarde, bajaba la rampa del atrio y directamente se encaminaba por la Plaza del Campo de la Feria hacia la Puerta de la Villa, ya en el recinto de la ciudad efectuaba la parada y visita a sus iglesias para retornar por la Rúa Traviesa al punto de salida.
Como no alcanzaran un acuerdo sobre la coordinación del horario de salida, de manera que los cofrades y fieles de cada una de ellas pudieran participar en sendas procesiones, y tampoco obtuviesen satisfactorios resultados del plebiscito solicitado ante el ayuntamiento, sus diferencias se elevarían ante las instancias competentes del arzobispado para su resolución.
Reinaba en Santiago el arzobispo Bartolomé de Rajoy y Losada (1751-1772), quien ordenaba que ambas procesiones estuviesen recogidas en el crepúsculo, antes del toque de oraciones, y que no saliesen de noche, en razón a que la aglomeración de gentes propiciaba atentados contra la moral y las buenas costumbres, a cuyo efecto comisionaba a don Blas Antonio Sánchez de Boado y Ulloa, Juez Eclesiástico de Betanzos, el 3 de abril de 1762, para que velara por el cumplimiento de su resolución y mandato ante quien corresponda.
El 1º de abril de 1762, la Venerable Orden Tercera de Betanzos, había elevado una instancia ante el citado arzobispo suscrita por don José de Parga y Andrade, Abogado de la Real Audiencia, como ministro de la cofradía, en la que pedía que autorizara que su procesión:
“…salga al toque de oraciones su Procesión (mediante en ella nunca han ido, ni ban Mugeres) Se sirva señalar ora para la del Entierro de modo que quede tienpo para la del Silencio, Consiguiendose con esta Providencia el que los hermanos terceros Commodamente puedan asistir a una y otra como se desea…” (Archivo Diocesano de Santiago. Fondo General. Signatura 412).
La controversia se alargaría en el tiempo, si se tiene en cuenta que el 22 de marzo de 1763 don Vicente Antonio Roldán y Aguiar, Patrono de Santo Domingo, en consecuencia a la resolución del Príncipe de la Iglesia se viese obligado a pronunciarse epistolarmente, donde manifestaba:
“…porque los Padres Dominicos fundan su intento, enqe de 150 Años a esta parte no hubo otra Procesion enesta Ciudad la tarde del Viernes Santo que la del Santo Sepulcro y Soledad que saca su Comunidad entre cinco y seis por las Calles y Yglesias de esta Capital, a que concurren los Gremios con sus Pendones y Achas, En conformidad dela Capitulacion que otorgaron con mi Ciudad el año de 1658 que fundaron este Combento. Y de separarse esta Comunidad del Cumplimiento de este Contrato (como esta en Animo de executarlo alterando la referida ora) es hinevitable el Pleito, que ba a ponerle mi Ciudad sobre su observancia, que crehe no lo perderá…” (Ibídem).
Se trataba de un patrono de excepción, habida cuenta que era sobrino nieto de don Francisco de Aguiar Seijas y Ulloa, arzobispo de Méjico, fallecido en olor de Santidad, igualmente natural de Betanzos, como hijo de don Andrés Roldán y de doña Juana María de Aguiar Andrade y Ulloa, y cuya petición merecería sin duda especial atención. En cuánto al año que señala, debe entenderse como el de la Capitulación puesto que el monasterio había sido fundado por Real Provisión de Felipe II, otorgada en Aranjuez del 11 de marzo de 1580 (en nuestra Historia Documentada de Betanzos de los Caballeros. Fundación CaixaGalicia 1984. Tomo I, página 224).
Por su parte el ayuntamiento se reunía en sesión el día siguiente, 23 de marzo de 1763, y acuerdo que oficialmente dirige al Sr. Arzobispo para que contemplase su postura:
“…en la privación de las Procesiones de denoche, por los grabísimos deshordenes que se cometían y berificavan enla que zelebrava esta Venerable horden Terzera, la del viernes Santo, que regularmente se terminava alas 12 de la noche, por no prinzipiarse asta las 9 de ella…
la prozesion de la venerable horden Tercera no hes de constitucion xeneral, si solo de Acuerdo particular de sus yndividuos, y de 30 años a esta parte, pero la del santo sepulcro hes tan antigua en este Pueblo, como lo hes el convento Dominico donde se entabló Su fundacion el año pasado de 1658… Y entre otras Capitulaciones que acordó con esta Ciudad, y su comun hes una la de que havian de concurrir los cinco Gremios de que se compone con sus guiones negros, y proporzionado numero de blandones, a la zitada Prozesion, por cuia contrata quedo esta Prozesion con el caracter de publica, o del comun, como lo hes la de Jueves Santo, que sale del convento de nuestro Padre San Francisco… [Firmado]. D. Alonso de Fonseca, D. Diego Rivera, D. Juan Acevedo, Roque Nicolas Posse y Llamas, Vicente Roldan y Aguiar.[Rúbricas]. Por acuerdo de la M.N. y L. Ciudad de Betanzos. [Firmado] Jacob Garcia Perez [Rúbrica].
(Al pie del documento) Ylmo Sor Arzobispo de Santiago”. (Ibídem).
No era en vano la advertencia efectuada por don Vicente Antonio Roldán y Aguiar al arzobispo, de conforme la Ciudad ganaría el pleito de llegar a los estrados de La Real Audiencia, porque según se ha podido comprobar al día siguiente intervenía como Regidor en el consistorio celebrado por La Justicia y Regimiento, y obtenía el beneplácito de la Corporación con un acuerdo que se amoldaba a sus pretensiones.
Continuarían pues y de mutuo acuerdo en el futuro ambas procesiones y con el mismo horario que las censuras eclesiásticas aborrecían.