POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)
El Teatro “Cine Regio”, acogió a Matías Molina que pregonó la Semana Santa, del pueblo que lo vio nacer.
Inició el acto el párroco Bartolomé López; después el presidente de la Unión de Cofradías, Felipe Herreros que realizó la presentación del acto, recordando las destacada pérdidas sufridas en la localidad, como Diego Cuevas, persona que orientó y estimuló a los jóvenes, e indicó lo importante de las Cofradías, el Culto y la Caridad.
José Luis Carrascosa, presentó al pregonero, fue desgranando el nombre y apellidos del pregonero, Matías, como el apóstol de la lealtad, Molina, sangre mártir en nuestra localidad, de su tío sacerdote, y Navarrete, derivado de la firmeza y perseverancia del pueblo navarro. Recordó detalles de su infancia, de compartir el internado en “los jesuitas”, y de lo orgulloso que se siente Matías de su paso por el seminario, durante siete años, de su deseo siempre de ayudar, “tras las bambalinas”, de su trabajo en Sevillanueva, y de su profundo amor por su ciudad de nacimiento.
Matías ofreció su pregón de vivencias infantiles, de su pasión cofrade, logrando emocionar a los asistentes al acto.
Tuvo palabras de agradecimiento para su presentador, y de recuerdo para dos personas inolvidables, fallecidas en los últimos meses: el trinitario Padre Sátur, que debía haberlo presentado, y el fotógrafo José Sánchez, que era el cronista que debía levantar acta del pregón con sus imágenes.
El pregonero evocó su nacimiento una mañana de Jueves Santo, frente a la iglesia de la Vera-Cruz, donde se venera el Cristo de Mariano Benlliure. De esta iglesia salía la procesión de Pilatos y la Virgen de la Encarnación. Al balcón lo asomaron para que escuchase el repicoteo de los tambores, el agudo sonido de las trompetas, el trono de Pilatos, y el acompañamiento de los soldados romanos. Ésta fue su primera cofradía, procesionando muy ilusionado vestido con el traje y coraza de romano; recordando las figuras y nombres de los jefes de las centurias con sus vistosas vestimentas y corazas de relucientes escamas doradas.
Rememoró sus charlas con Isaías Grueso, entonces Presidente del Cristo de la Expiración, para que se llevaran los pasos a hombros, las velas de cera…Celebró se hayan recuperado lo sonidos lúgubres de las bocinas, en los viernes de cuaresma y en la salida del Nazareno, cómo sonaban en sus años jóvenes. Cantó la pericia de los
costaleros, en la salida de las imágenes de la Iglesia, y en las estrechas calles, con sus imposibles giros para no rozar los tronos.
Antonio Fernández, cantó una saeta al Cristo Rescatado, entregando su fe, corazón y emoción.
Durante su pregón evocó” la ayuda para rescatar al hermano pobre, al desamparado, al que abandona la fe…” así como el sacrificio y entrega de los costaleros, de los músicos- la mayoría niños o jóvenes; del sentimiento que trasmiten la belleza y realidad de las imágenes de Sánchez Mesa, José Rivera, Miguel Ángel Calero, Felipe Herreros en la gloria y alegría de la Resurrección, frente a la tristeza y pesar de la muerte.
“Convirtamos a Villanueva en un inmenso trono en el que sus calles sean las trabajaderas, nosotros los costaleros, la Virgen de la Amargura la que calme nuestras tristezas y el Señor nuestro Norte, nuestro Guía y nuestro Capataz Supremo”.
Antes de finalizar recordó a su madre, Nicolasa, maestra de pago, que tal vez estaría viendo, desde el balcón del cielo, a su hijo, nacido en jueves Santo, pregonar la Semana Santa villanovense. Agradeció a su hermano Pedro, asistente al pregón, por trasmitirle siempre su cariño y amor por el pueblo de Villanueva.
Cantó a los dos patrones,- llevaba colgadas del cuello, las dos medallas- el Cristo de la Vera-Cruz, que tantas veces visitó, su vecino y amigo durante tantos años, hasta salir de su compañía para contraer matrimonio. A la patrona la Virgen de la Fuensanta le cantó, y terminó diciendo: “Vírgenes habrá, pero como tú Fuensanta, Ninguna”.
Matías recibió el caluroso aplauso de los asistentes y en nombre de la Unión de Cofradías le entregaron un cuadro pintado por el artista local José Luis Ruiz Lozano con las imágenes de los patrones locales.