POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
Durante los siglos XVIII, XIX y primera mitad del XX, a los cuarteles militares cartageneros (Murcia) , acudían los mozos de reemplazo de toda la región y, allende sus fronteras. Aunque Ulea era un pueblo pequeño, siempre, tras el sorteo de los mozos, había algún soldado cuyo destino militar era la citada ciudad departamental y costera.
A la mayoría de los soldados les proporcionaban trabajo en los gremios pesqueros y en las obras del puerto de Cartagena; siempre, claro está, después de su licencia militar; según referencias de M. M. Zielinski.
La mayoría de soldados uleanos añoraba su tierra y estaban deseando ser licenciados para coger el petate y regresar a nuestro pueblo. Sin embargo, he constatado que cuatro licenciados uleanos, al ofertarles trabajo en Cartagena tomaron la opción de probar suerte y se quedaron en tierras departamentales. Allí se casaron y vivieron; bien en Cartagena o en sus pedanías; aunque añoraban su tierra y sus familias.
En dichas circunstancias se encontraron los nacidos en nuestro pueblo, Joseph Piñero López, Joseph Thomas Montoro y los hermanos Antonio y Joseph Ramírez Piñero. Los cuatro se quedaron a trabajar en las instalaciones portuarias.
Regresaban tan pronto como podían, con el fin de ver a sus familiares y amigos. Dos de ellos, los hermanos Ramírez Piñero, trabajaron como transportistas, en sus carros, de mineral de hierro y de plomo, de las minas uleanas «El Carmen», «Mercurio» y «Planeta» a la ciudad departamental; en donde eran embarcados a los países receptores.
Allí, en Cartagena, el. Corregidor, el Conde de Bolgnino, se encargaba de la distribución de los reclutas de reemplazo según el repartimiento ejecutado por el Intendente Mayor de la Región, con el fin de ser encuadrados en la Infantería de Marina de S. M. en el Departamento Marítimo de Cartagena.
El Corregidor Bolgnino leyó a los soldados las Reales Órdenes deseando que durante su estancia en esta ciudad, desempeñaran con honor las obligaciones militares y, el mejor servicio a S. M. el Rey.
Dadas las pruebas realizadas para comprobar el acatamiento de las Órdenes, trasladó a S. M. un comunicado en el que se reflejaba el amor con que habían ejecutado su misión en la milicia. Al ser considerados tanto los de Cartagena como los de sus pueblos de origen, tan hijos y amantes de la milicia en las fuerzas navales del Rey; tanto si eran Nobles como Plebeyos.
Todos los años, tras ser licenciados de la milicia, se condecoraban a quienes se habían distinguido, con muestras evidentes en su compromiso militar: por su amor a España y al Rey.
Entre los galardonados se encontraban los vecinos de nuestro pueblo Joseph Piñero López y Joseph Thomas Montoro.