POR HERMINIO RAMOS, CRONISTA OFICIAL DE ZAMORA
Algo ha comenzado a cambiar en ese Corrales que conocía desde niño, con mi padre en aquellos sábados de cada semana en los que sus calles eran un verdadero hervidero comercial de productos del campo. Cereales, legumbres… Donde se concentraban todos esos pueblos de su entorno del Vino y donde desde los lugares de ese Sayago ganadero acudían para cargar una parte muy importante de la base de su negocio, formando auténticas recuas que llevaban en sacos o costales de lana la más firme esperanza de su ganado.
Dos mundos distintos se encontraban cada sábado y, a pesar de las grandes diferencias, se entendían con toda la naturalidad y eficacia para ambos llegando a crear un auténtico ambiente comercial. Hemos de recordar que cada sábado podíamos encontrarnos con las más variadas representaciones de las dos comarcas y, sin exageración alguna, una buena parte de Sayago.
Corrales fue referencia por la rica e interesante variedad no solo del mercado externo como tal sino de la gran importancia de sus comercios.
Junto a este interesante aspecto como centro comercial hemos de recordar todo ese patrimonio de sus vías de comunicación desde la carretera nacional al ferrocarril, dos vías: una milenaria, la Vía de la Plata, y una segunda, la transversal, primera del oeste peninsular y, como es justo y a la vez triste recordar, una de las más abandonadas de nuestra maltratada España, de nuestros sueños y de nuestros errores.
La primera la hemos visto rematada hace unos días y gracias a esa casi milagrosa circunstancia de ser alguien de esta maltratada tierra la responsable del Ministerio se ha dado fin a la obra de una vía tres veces milenaria. Del camino de hierro, mejor será dejarlo en paz, que tiempos nuevos llaman a la puerta. Corrales sigue vivo e inquieto, vuelve a respirar hondo y ha tomado el timón de la nave para dirigirse hacia el futuro con el señorío de sus casonas, calles y plazas, que vuelve a sentir el calor vivo de una juventud inquieta.
Fuente: http://www.laopiniondezamora.es/