EN EL DISCURSO DE PROCLAMACIÓN HIZO UNA MENCIÓN A SU ABUELO, EL CRONISTA OFICIAL DEL MUNICIPIO MIGUEL GALLEGO, «MI MEJOR AMIGO, QUE ME ENSEÑÓ A AMAR A ESTA BENDITA TIERRA»

Cuatro voces para el futuro de San Javier. El popular José Miguel Luengo se convirtió ayer en alcalde con la abstención de los tres concejales de Ciudadanos. Tras el voto a mano alzada de los 10 ediles del PP a su candidato, y de los 6 del PSOE a José Ángel Noguera, un incómodo silencio de pocos segundos se hizo en el abarrotado salón de plenos cuando el secretario, Alberto Nieto, preguntó por los apoyos al candidato naranja Antonio Murcia. «Nos abstenemos», anunció el edil más joven de la Corporación, tal como habían anunciado el día anterior tanto Ciudadanos como el PP. No se abtuvieron los dos nuevos concejales de Ganar San Javier, Inmaculada Ríos y Matías Cantabella, quien lució la camiseta de defensa del aeropuerto público de San Javier para el primer acto de la legislatura. Un error en el texto del atril llevó al edil Cantabella a jurar por error como alcalde ante la hilaridad del público, lo que rompió el hielo del acto desde el inicio.

«La falta de un concejal para la mayoría absoluta no cambia en nada nuestra forma de gobernar», anunció el nuevo alcalde, quien apeló al «juego limpio» para hacer «una política útil alejada de las malas artes». «Soy de San Javier antes que del PP», dijo el regidor. Prometió que «no seré conformista, no habrá seguidismo en políticas que no convengan a nuestro pueblo, y seré reivindicativo». Anunció «menos impuestos, más comodidades para pagarlos, más estímulo a la creación de empleo, más educación, más cultura, más deporte, más políticas jóvenes y más atención a los mayores».

En su discurso de toma de posesión, se comprometió a ser «un alcalde cercano, comprensivo y comprometido». Agradeció al exalcalde Juan Martínez Pastor «sus consejos y cercanía» e hizo una mención a su abuelo, el cronista oficial de San Javier Miguel Gallego, «mi mejor amigo, que me enseñó a amar a esta bendita tierra». No olvidó mencionar a su padre, José Anselmo Luengo, exteniente de alcalde en San Javier y exdirector general de Vivienda en uno de los gobiernos de Valcárcel. «Gracias por grabarme a fuego las palabras honradez y eficacia», le espetó ya desde el sillón municipal. A su mujer e hijas les dijo: «Esta vocación que me dio Dios implica compartir a tu marido y vuestro padre con el pueblo».

Fuente: http://www.laverdad.es/ – Alexia Salas