POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
Todos los progresos tienen su servidumbre y la instalación de una línea de alta tensión, que cruzará por terrenos del Valle de Ricote, no iba a pasar desapercibida. El tendido eléctrico zumbará, pronto, al viento su tráfico de electricidad, aunque las torres están mudas: todavía no funcionan.
Ese silencio lo ha roto una plataforma surgida en Ulea y Villanueva, llamada, proyecto Valle y que, aun confían en alejar la línea de alta tensión de su entorno vital.
La prensa regional sigue atenta a las actuaciones de Hidroeléctrica y de la Plataforma y en el periódico La Verdad de Murcia del día 9 de marzo de 1997, se recoge la siguiente noticia:
Los doce ayuntamientos por los que pasa la línea de alta tensión ya han firmado un plan de indemnizaciones, por valor de 140 millones de pesetas, y la mayor parte de sus propietarios, también han dado su conformidad, previo pago de las indemnizaciones, a la instalación de las torres. Unos pocos resisten, pero lo tienen muy difícil ya que el Consejo de Ministros ha declarado la línea de utilidad pública, por lo que la expropiación acabará por imponerse.
Hay opiniones contradictorias pues mientras José Cascales, taxista en Madrid y hoy jubilado en Ulea, dice que se pone malo cuando se asoma a la ventana y ve las torres del tendido eléctrico. Sin embargo, José García Gil, un agricultor uleano, que trabaja de temporero, donde le llaman, apenas está preocupado. Hablamos, muchas veces, sin saber lo que decimos. Todos queremos comodidades y adelantos tecnológicos y todos tienen su servidumbre.
La movida que se ha formado, ha perturbado la tranquilidad del pueblo de Ulea y lamenta que no haya habido una información adecuada antes de su instalación. Entonces; ¿hubo desinformación?
Todo el proceso se publicó en el Boletín Oficial de la Región y los periódicos regionales; y no hubo ninguna reclamación al respecto. Sin embargo, tampoco hubo información sobre los efectos nocivos para la salud. ¿Afectarán, también, a las aguas de nuestros ríos, acequias y brazales? ¿Sufrirán algún daño los productos de nuestra huerta?
Los técnicos dicen: Ni los niños van a salir tontos, ni produce cáncer ni leucemia. Estas mismas líneas pasan por Madrid, por debajo de los edificios; y no pasa nada. Estudios contrastados aseguran que la exposición a los campos electromagnéticos no es peligrosa para la salud. Otros estudios tienen sus dudas. La controversia está servida.