POR ANTONIO ORTEGA SERRANO, CRONISTA OFICIAL DE HORNACHUELOS (CÓRDOBA)

El pasado domingo día 17 de Mayo, a las 20:30 horas de la tarde, como estaba previsto, tuvo lugar una Solemne Misa en la Iglesia Parroquial de Santa María de las Flores de Hornachuelos, con la inestimable presencia del Sr. Obispo de la Diócesis de Córdoba y su provincia, el Excmo. y Rvdmo. D. Demetrio Fernández González, en la que, la Ilma. Alcaldesa del Consistorio Municipal, Doña María del Carmen Murillo Carballido, acompañada del 1º Teniente de Alcalde Francisco López Arriaza y el Sargento-Comandante de Puesto de la Guardia Civil, D. Juan Antonio González Gómez, hizo entrega del bastón o vara de mando del Ilmo. Ayuntamiento de Hornachuelos, a la Excelsa Patrona de la Villa, Nuestra Señora la Reina de los Ángeles, como Alcaldesa Perpetua Honoraria del Ilmo. Ayuntamiento de Hornachuelos.

Es muy importante destacar la afluencia masiva de feligreses de este pueblo serrano en este día tan señalado para Nuestra Patrona, para la villa de Hornachuelos y naturalmente todos y cada uno de los vecinos que hemos tenido el privilegio de haber nacido en él. Mi esposa Dolores Fernández y yo nos desplazamos por la mañana, en la creencia de que la Misa sería por la mañana, pero al enterarnos que se llevaría a cabo a partir de 20:30, nos desplazamos al Monasterio Cisterciense de Las Escalonias, en el que el D. Demetrio tenía previsto presidir los rezos a partir de las 18:00 horas, allí le presentamos nuestros respeto al Señor Obispo y al Párroco de Hornachuelos, que nos dio su bendición. Igualmente resaltaré, y como no hacerlo, que también un profuso grupo sacerdotes acompañaron a nuestro obispo a tan Magno Acto y, que entre ellos había uno nacido en Hornachuelos; el Canónigo Deán-Presidente Penitenciario Don Manuel Pérez Moya, Don Alfonso Carlos Oriol Muñoz, Don Patricio Ruiz Barbancho -Párroco de Fuente Palmera-, Don Columbus Daniel Anthony -Párroco de Cardeña-, Don Justo Romeralo Ballesteros -Párroco de San Calixto- y naturalmente, quien no podía faltar, nuestro ya, muy querido Don Francisco Manuel Gámez, Párroco de Hornachuelos.

Pero quisiera acompañar en mi crónica una pequeña pincelada de la historia de Nuestra Señora de los Ángeles, la que desde este día tan señalado en los anales de la historia de la Iglesia, también será nuestra Alcaldesa Perpetua Honoraria.
En la mañana del 2 de agosto probablemente del año de 1635, una joven a la que se le ha dado el nombre de Juana Pereira, salió a buscar leña para abastecer el utensilio con el cocinaba sus alimentos, labor que hacía diariamente, al llegar al breñal del poblado de La Puebla de los Pardos o La Gotera, lo que es hoy el Barrio de Los Ángeles, en la Provincia de Cartago. La joven se encuentra en una piedra, donde nace un manantial de agua cristalina, una pequeña muñequita como de barro con un niño en sus brazos, la niña impresionada y admirada la toma en sus manos y se la lleva para su humilde hogar y la guarda en un pequeño cofrecillo. Por la tarde de nuevo se dirige al breñal y extrañada vuelve a encontrar a la imagencita sobre la misma piedra, pero ella cree que es otra muñequita y muy contenta se la lleva para su casa y piensa que en vez de una ya tiene dos.

Pero la admiración es cuando abre el cofrecillo y observa que la primera muñequita la que encontró en la mañana ya no estaba y de nuevo la coloca en el cofre, lo mismo sucede una tercera ocasión, la joven se alarmó y se dirigió a la casa del señor cura a quien le entregó la imagen y le contó de los sucedido. El señor cura don Alonso de Sandoval, tomó la imagen, y la guardó en un estante dentro de una cajita para examinarla después con cuidado, al día siguiente al querer revisarla ¡Oh!, sorpresa, la imagen no estaba y Juana como de costumbre iba a recoger la leña, y de nuevo se encontró con la imagen, esta vez corrió a llamar al cura y éste en procesión con otras personas del poblado la recogió y la guardó en el sagrario.

Al abrir el sagrario al día siguiente, la imagen no estaba. Se dirigieron hasta la piedra donde la joven la había encontrado la primera vez, y allí estaba la pequeña imagen de la virgen. Comprendiendo que era algo sobrenatural, que ella deseaba estar en ese lugar para bendecir y proteger a este pueblo y sus moradores, ya que se estaban dando situaciones totalmente contrarías al evangelio de su Hijo amado Jesucristo y de inmediato se abocaron a construirle una ermita.

De nuevo en la historia de la salvación de la humanidad emerge María, para romper barreras y divisiones y decirnos que todos somos iguales ante los ojos de Dios. La Virgen María quiso ser hallada y manifestarse en Cartago, para ser de los costarricenses y ser la estrella que ilumina el Sol que nace en lo Alto.

Si hacemos la descripción de la Imagen y Origen de su nombre debemos decir que la imagen mide alrededor de 20 centímetros, es de una combinación de diferentes materiales tales como piedra, roca volcánica, jade, grafito y otros que le dan esa particularidad única. En diferentes oportunidades la observamos de color moreno o negro, así como en un verde claro o en azul cielo. Es de cara redonda, ojos achinados, nariz y boca pequeña, su aspecto es de una mezcla indígena-español, tiene en su brazo izquierdo al Niño Jesús quien descansa sobre su pecho y Él levanta su manita derecha en actitud de bendecir y señalar el Corazón Inmaculado de su Santísima Madre, los ojitos del niño tiernamente miran a los ojos de su madre y Ella tiene inclinada la cabeza hacia el niño en esa actitud vigilante y tierna de una verdadera madre. Tiene manto y vestido propio.

Y por ser el día del hallazgo el 2 de agosto día en que la Orden Franciscana venera a su Patrona como Santa María de los Ángeles. El primer nombre que recibe es el de Virgen Morena por su color, posteriormente y por haber sido hallada en La Puebla de los Pardos, y hoy en Hornachuelos, pasará a llamarse además Excelsa Patrona, Nuestra Reina de los Ángeles; Alcaldesa Perpetua Honoraria de la Villa de Hornachuelos, motivo por lo que Nuestro Santo Padre Francisco sentirá el mismo orgullo que todo el pueblo “Meloja” al ser enterado de tan extraordinaria y devota noticia.