POR ANTONIO SÁNCEZ MOLLEDO, CRONISTA OFICIAL DE MALANQUILLA (ZARAGOZA)

Recientemente este cronista ha tenido el primer encuentro formal con el nuevo alcalde de Malanquilla, Ernesto Marín Nievas. La verdad es que era mutuo el deseo de conversar pero diversas circunstancias lo han ido retrasando en el tiempo.

Es cierto también que de una manera premeditada no había querido publicar nada en este blog hasta no producirse el mencionado encuentro y tengo que decir, a modo de primera impresión, que no ha podido ser más positivo.

Me he encontrado con un buen hombre al frente de la alcaldía, con buenas y nuevas ideas, receptivo, capaz y con larga experiencia municipal. Nos conocíamos desde hace al menos una treintena de años, pero han sido escasas las ocasiones en que hemos podido conversar, tal vez porque su perfil en el ayuntamiento, como segundo, no lo ha facilitado, bien es sabido que más que en otros lugares, en los pueblos pequeños el ayuntamiento lo encarna el alcalde de turno.

Le agradezco a Ernesto, en primer lugar, que nuestro encuentro se llevara a cabo visitándome en mi casa de Malanquilla, lejos de formalismos. Le agradezco sobremanera su interés por la cultura, por cuanto se ha hecho en el pasado y por todo lo que resta por hacer.
Me ha llamado poderosamente la atención su receptividad hacia los nuevos proyectos y su afán por desenterrar otros guardados absurdamente en un cajón.

Creo que Ernesto puede ser un gran alcalde -que además ya avanza que no quiere perpetuarse en el cargo-, cosa siempre saludable para evitar muchos de los males que desprestigian a la política actual.

He visto a un alcalde que por encima de todo va a trabajar por Malanquilla, lejos de las consignas de partido, un alcalde salido de las listas de un partido sí, pero con el objetivo en mente de trabajar codo con codo con la oposición si de engrandecer a Malanquilla se trata.

Ese talante le honra y por eso y por el conjunto de cuanto he podido percibir en él, es mi alcalde y como tal le he ofrecido, en mi condición de cronista, la máxima lealtad y colaboración, en la seguridad de poder contribuir conjuntamente al relanzamiento de la figura del cronista oficial.

Si todas esas buenas intenciones se van plasmando en realidades, Malanquilla estará de enhorabuena. Así lo espero y lo deseo en beneficio de la colectividad.

Fuente: https://cronistademalanquilla