POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Inauguramos en la calle Doctor Casal esquina Uría el monumento a Rufo, el perro callejero que ayudaba a cruzar los pasos de cebra en los semáforos a quien lo necesitara; sabía distinguir el rojo, el verde, el ámbar intermitente, e incluso a mí fue a buscarme una vez a una cafetería en Gil de Jaz porque me había vencido la hora en la zona azul de la calle Toreno, donde había estacionado mi coche; Rufo murió y la artista Sara Iglesias fundió la imagen en bronce, para representar la inteligencia y el amor. Al mismo tiempo, a un hombre de Tineo descubrieron amarrando su perro de caza al coche y arrastrándolo por un camino de barro, según imágenes que contemplé en el telediario de las tres, de tal manera que los denunciantes proponen que se le quite al tinetense la custodia del perro. ¿No sería buen momento para adjudicarle al maltratado la plaza vacante que dejó Rufo?
Fuente: http://www.lne.es/