POR MIGUEL GALLEGO ZAPATA, CRONISTA OFICIAL DE SAN JAVIER (MURCIA)
En una de las tertulias que en torno a la hora de la misa de la tarde celebro con mi amigo Vicente Sicilia y familia que vienen con su nieta para que disfrute de los juegos infantiles, últimamente instalados, tertulia a la que se suma Joaquín Pardo y a veces mis hijos, y en las que se trata de lo divino y de lo humano, nos fue presentado un joven matrimonio amigo de la familia, que también traen a sus hijos a jugar en la plaza.
Durante la conversación supimos que él es paracaidista y ella trabaja en el Hospital de la Arrixaca, viven en la Senda del Recuerdo y llevan a su hijo al Colegio Público número 4 “El Recuerdo”.
Comentaba por la noche con mi hijo la extrañeza que me producía que vivieran en San Javier y tuvieran que desplazarse todos los días para acudir a su trabajo, yo lo achaqué a que últimamente se había construido mucho.
Mi hijo me razonaba que el motivo era la calidad de vida que se disfruta en San Javier, donde tenemos a la mano todo lo que se puede desear.
Pero y las muchas e importantes instalaciones de las que estamos dotados, se da el caso, quizá único, que, sin salir de nuestro municipio, se puede llevar a un niño a una escuela infantil y contemplar como obtiene al final de sus estudios un título universitario, recibir el Real despacho de teniente o ser un gran músico o un gran deportista.
Nuestro emplazamiento, nuestro clima y nuestro Mar Menor, son un regalo, a lo que debemos hacernos acreedores a merecer.
La modernización de la Plaza de España de San Javier, dotada de mas asientos y juegos infantiles, y mas zonas de sombra y plantas, merecen un notable para nuestro Ayuntamiento.