EL HÁBITO Y EL FRAILE
Jun 26 2013

POR ADELA TARIFA, CRONISTA OFICIAL DE CARBONEROS (JAÉN)

el-monje

Dicen que el hábito no hace al fraile. Como metáfora queda bien. Aunque me parece que la mayoría de los hábitos dice en mucho del fraile que los lleva. Me explico. Imaginen, por ejemplo, que invitan a un conocido a su boda, ésa que les costó una pasta gansa y les trajo meses de cabeza para que todo saliera de película. Y que el día señalado se presenta el susodicho en la ceremonia con chándal y esparteñas. Eso sí, el muchacho explica que es doctor en Metafísica y que tiene un porrón de Master. O sea, una lumbrera. Pero también es un grosero, porque su hábito no es adecuado en ese momento. Seguro que no le invitan más. Le tacharán de pirao; de los que es mejor no fiarse. Algo así pensé yo viendo a los líderes populistas venezolanos en campaña electoral. Porque, aunque tuviéramos la caridad cristiana de quitar la voz a la tele para no escuchar los discursos que salen de su boquita revolucionaria, el chándal hortera que llevan encima ya canta. También canta la marabunta de fondo, un populacho enaltecido, tocado de boinas rojas y con hábitos copiados del líder. O sea, unos borregos. De un país así no se puede uno fiar. Que se lo digan a las empresas españolas expropiadas, y a las que tienen la maleta casi hecha, por si las moscas. Por eso, aunque se ahoguen en petróleo, nunca saldrán de pobres. Y es que atacar la propiedad privada cubierto con el hábito de la izquierda sale caro a la larga. Porque lo más cobarde del mundo es un capitalista dispuesto a invertir: cuando oye el verbo expropiar, huye espantado.

Si hacemos un repaso veloz sobre la historia de algunos frailes y hábitos recientes, notamos que la imagen cuenta mucho. Recuerden las casacas militares de Stalin, o el blusón de Mao. Aparte de ser hábitos contra la lujuria, porque a ver quien se enamora de personajes disfrazados de tal guisa, tales hábitos representan el drama vivido por los súbditos que tuvieron que aguantar a estos pajarracos. No podemos olvidar a Hiller y sus hábitos militares, con la cruz gamada bordada hasta en los calzoncillos ¿Qué podía esperar Alemania de un jefe que con un bigotillo tan ridículo y unos hábitos tan horrorosos? A su lado las camisas negras de Mussolini, o las azules de la Falange española, eran puro glamour. Lo que no tenía glamour alguno eran los babys pardos de los niños de nuestra posguerra, los que salían en el NODO cuando les daba de comer el llamado “Auxilio Social”, organización franquista que repartía rancho en las escuelas a los pobres. En aquella España, de tanta hambre y tantos hábitos, el Estado les salvaba la vida repartiendo comida a la luz de la propaganda, pero a la par estigmatizaba a los comensales. Porque externalizar la pobreza, hacer de ella bandera política, es una crueldad. Por eso en tiempos pasados existía la figura del “pobre vergonzante”, al que había que ayudar en secreto, sin ponerle hábito. Por eso hoy hay infinidad de sistemas para matar el hambre de los pobres sin humillarlos. Bastante tienen con lo que tienen. Al menos librémoslos del hábito de pobre y de la condena de telediario.

Aparte de lo dicho, hay infinidad de hábitos, o sea, de disfraces, que sí hacen al monje. Desde el de flamenca al de penitente. Todos, a su manera, son uniformes para fundir figuras en el paisaje; para difuminarlas. Porque en el Rocío llama más la atención un habito franciscano que una falda de volantes. No digamos nada de la Semana Santa. Entonces, al llegar la primavera, el hábito tapa muchas incoherencias. Yo conozco costaleros que se matan por sacar a su Virgen. Luego, sin el habito, se declaran ateos y promulgan retirar crucificados de lugares públicos. ¿Pero muchacho, hay algo mas público que la calle en Semana Santa? Bueno, hay que acabar esta historia de hábitos que tapan frailes que no lo son. Frailes que van por la vida de progres pero no toleran que nadie vista un hábito contrario a sus ideas. Frailes que dan lecciones de austeridad pero viven como marajás a nuestra costa. Frailes de campaña electoral, de telediario, de quita y pon. O sea, frailones mangantes. No sigo porque se acaba el folio, y porque mi papelera dice que me sube la tensión cuando me irrito. Lleva razón.

Add your Comment

Calendario

noviembre 2024
L M X J V S D
 123
45678910
11121314151617
18192021222324
252627282930  

Archivos

UN PORTAL QUE CONTINÚA ABIERTO A TODO EL MUNDO