POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

Ayer tarde, Marisa Cristóbal Díaz, colunguesa ella, publicaba esta foto en su muro.

La tituló «En Lastres».

Estaba viéndola y pensando en el mensaje que transmitía (un destino de infinito) cuando «descubro casualmente» la noticia relativa al terrible atentado múltiple en París.

Fui corriendo a la televisión y quedé asombrado: NINGUNA CADENA, excepto Canal 13, se interesaba por el asunto.

En TV-1, una cosa insulsa; en TV-2 una película muy oportuna («Las cositas del querer»); En TV-·3 un corcuso o algo así; en TV-5, la angustiosa situación de la familia Contreras en el bodorrio de un Rivera… Cuando encontré una conexión en directo (Canal 13) el número de muertos superaba la treintena y se temía por lo que pudiera suceder en la sala de conciertos con tantos rehenes encerrados (secuestrados) en ella.

.Hacia la una de la mañana las noticias confirmaban la tragedia: el número de asesinados se acercaba a las 140 personas.

¿Es posible tal indiferencia informativa?

¿Qué hacen hoy los directivos de esas cadenas que aún no han cesado a los responsables de sus servicios informativos?

Volví a la fotografía de Lastres.

Vi unos árboles viejos, desnudos, llorando en soledad y despidiéndose de su mar.

Unos árboles, que como los muertos en los atentados parisinos, buscaban resquicios de vida y un viento otoñal secó sus esperanzas.

Solo el murmullo de las olas les servía de oración funeral.

En París esa oración era silbido de sirenas de ambulancia.

Nos esperan tiempos de imprevisto dolor.

Recemos hoy por los que ya fallecieron y recemos también porque el futuro de los que nos sigan no se parezca a esa despedida de árboles frente al mar.