JUAN JOSÉ LAFORET, CRONISTA OFICIAL DE GRAN CANARIA Y DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, TENÍA 18 AÑOS DE EDAD, PERO MANTIENE VIVO EL RECUERDO DE UN DÍA HISTÓRICO
El 20 de noviembre de 1975 falleció Francisco Franco Bahamonde, caudillo de España que ejerció como jefe de Estado desde 1936 hasta su fallecimiento. La muerte del dictador provocó un cambio profundo en el país y aquel día se vivió con mucha incertidumbre en Canarias. Hoy viernes se cumplen 40 años de una efeméride que ha quedado para la historia.
Juan José Laforet, cronista oficial de Gran Canaria y de Las Palmas de Gran Canaria, tenía 18 años de edad, pero mantiene vivo el recuerdo de un día histórico. «Sabíamos que Franco estaba gravemente enfermo y a lo largo del día con aquel mensaje de Arias Navarro con su famosa frase: «Franco ha muerto» se confirmó el fallecimiento. Recuerdo un trasiego de gente por el Ayuntamiento, ya que el centro de la vida institucional de Las Palmas de Gran Canaria se encontraba en Santa Ana, los balcones de las casas se llenaron de banderas con crespones negros y en los corrillos había preocupación, ya que en aquella época casi nadie sabía de política y la incertidumbre sobre el futuro tras la muerte de Franco era enorme», destaca.
Ese día y los días posteriores «fueron de ajetreo. De esquelas en el periódico, de funerales para honrar a Franco y de falangistas por la calle», comenta Juan José Laforet.
A la muerte de Franco, Juan Carlos de Borbón es coronado Rey de España. Su discurso de coronación es esperanzador para quienes piden un sistema democrático. «Hoy comienza una nueva etapa de la historia de España… Una sociedad libre y moderna requiere la participación de todos en los foros de decisión, en los medios de información, en los diversos niveles educativos y en el control de la riqueza nacional. Hacer cada día más cierta y eficaz esa participación debe ser una empresa comunitaria y una tarea de gobierno». Ahí se inició un proceso.
Durante la dictadura «la gente vivía como vivía y Franco era el padre dictatorial. No se miraba más allá. A raíz de su muerte qué pasará era la gran incógnita», comentó Laforet. La gente se movilizó en Canarias con la muerte de Franco. «Recuerdo que en el periódico salieron anuncios de viajes organizados para asistir al entierro de Franco en Madrid, y mucha gente se desplazó a la capital de España para estar presentes», manifestó el cronista oficial de Gran Canaria.
Múltiples muestras de sentimiento y pesar se sucedieron en los distintos municipios de Gran Canaria durante unos días convulsos y plagados de información e incertidumbre.
Fuente; http://www.canarias7.es/– Rafael Falcón