POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Resumen del muy redundante Preámbulo de la Declaración de DDHH: “Considerando que la libertad, la justicia y la paz reconocen la dignidad y los derechos inalienables de las personas, que para librarnos de la tiranía, la opresión y la miseria deseamos ser protegidos, y que para ello son esenciales las relaciones amistosas y la cooperación, se proclama que todos, pueblos y naciones, debemos esforzarnos para que individuos e instituciones promuevan, mediante la enseñanza, el respeto a esos fueros y su aplicación universal y efectiva”. Supongo que, considerando esos considerandos y la polución, se cerraron Pekín y Oviedo al tráfico rodado. Patidifuso escuché esta noticia en Guarda (Portugal), donde pasé estos días; allí me recomendaron abrir una fábrica de papel fino, papel de liar, un gran negocio, ahora que todos (¡y todas!) nos la cogemos con papel de fumar.
Fuente: http://www.lne.es/