POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Pascua de Navidad y, ¿por qué no?, Pascua de Año Nuevo.
Dos renaceres en mensaje de otra resurrección,
de otra vida nueva
que tiene su cuna en un pesebre de un mesón de pueblo.
Un pesebre con calor de gentes
y con aliento de animales.
Y hasta con un futuro de regalos y de Reyes.
Pastores humildes.
Tu, yo, nosotros, vosotros, ellos…
Magos y sabios con poder de espíritu.
TU, YO, NOSOTROS, VOSOTROS, ELLOS…
Unos con mayúsculas; otros con minúsculas.
Todos ante un RE-NACIDO que anuncia un nuevo mandato:
¡¡AMOR, PAZ, LUZ DE CONVIVENCIA!!
Las vueltas de la vida. ¿Qué son las vueltas de la vida?
Muertes y renaceres en continuo fluir.
Un ¡Levántate y Anda! en cada caída,
ante cada depresión y angustia,
ante cada revés
y ante cada destello.
Ahí está un NIÑO, un RE-NACIDO,
en el pesebre de una humilde fonda-mesón de un pueblo.
Un NIÑO que con sus manitas señala cielos de esperanza.
Un NIÑO que nos dice:
¡¡VOLVERÉ A RE-NACER PARA TI!!