MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)
Nuestro último encuentro fue en la exposición que realizaste en Villacarrillo, pueblo de Salud, tu esposa. Tras la apertura, nos tomamos un café y charlamos de la actualidad y ¡cómo no! de recuerdos que sacábamos a borbotones del pozo oculto de la memoria. Escuché atentamente al fluir de tu infancia y adolescencia.
“Recuerdo las reuniones en el Bar la Terraza, allí el grupo de amigos, Pedro Luis, tú, Esteban y Manolo Yeste, planificábamos los primeros guateques; comentábamos los partidos de fútbol disputados ante Villacarrillo o Torreperogil, los siguientes encuentros, el intento de ficharme el Real Jaén como portero, tras unas tardes de excelentes actuaciones; las melodías del Dúo Dinámico, Los Brincos, Gigliola Cinquetti, Adamo, Nicola di Bari…”
“Mi primer y gran maestro don Ricardo, en las Escuelas Nuevas. Allí acudí una mañana muy temprano, con apenas seis años, con la cartera de madera, hecha de encargo por un amigo de mi padre. En mis recuerdos infantiles destaco los garabatos de dibujo que hacía de la mano de mi padre, la felicidad pintando todos los objetos que veía en mi alrededor, con los inseparables lápices “Alpino”.
“Después los estudios de Magisterio en Safa; la labor en distintos colegios de Madrid, durante cuarenta años como maestro y en funciones directivas. En 1972 obtuve la licenciatura en Psicología. Me jubilé en el colegio, Francisco Arranz. La dirección en este Colegio, el grato ambiente con profesores, padres y alumnos, viajes, teatros… el periódico Currito Arranz; el intercambio que propuse de alumnos con el Colegio Fuensanta de Villanueva, que no llegamos a realizar”.
“La afición por el dibujo y la pintura me han acompañado siempre, de forma autodidacta fui descubriendo el lenguaje, las técnicas y los recursos para darle vida a la luz y al color por los caminos de los acrílicos y el óleo. Logré trasmitir la inclinación por la pintura a mis alumnos, que consiguieron numerosos premios locales y nacionales de dibujo infantil. Por mi parte llené de murales, carteles e ilustraciones todos los colegios por donde transcurrió mi vida profesional.
Me encanta transformar los colores vivos y contraluces de los paisajes que me rodean. Con mi cámara fotografío frutas, flores, rincones rurales, de la ciudad, paisajes, el mar, rostros expresivos para pasarlo a madera o lienzo utilizando la acuarela y el óleo. Conoces bien mi exposición en Villanueva, en las fiestas de 2007, con el título ”Luz y color al natural”, con varios temas de olivos y rincones de mi pueblo; ahora esta exposición en Villacarrillo y continuaré en algunos lugares de Madrid “.
“Sobre vuestra revista “La Moraleja” debo decir que ensancha los límites de un pueblo como el nuestro, a la vez que reduce las distancias con los que vivimos fuera y nos permite mantenernos vivos el recuerdo con sus noticias y aconteceres. Hacéis un gran trabajo. Cuando la leo en La Mata (Torrevieja), disfruto y como el Mediterráneo estáis consiguiendo atraer, unir y comunicar a distintas generaciones que han vivido en las mismas calles y plazas, pero en distintos tiempos. Para los que tuvimos que emigrar, el poder contar con una revista como La Moraleja, es un auténtico privilegio”.
Acabamos tarde la intensa charla, que finalizó con la crítica a los momentos en que nos estaba tocando vivir, el fracaso educativo, social, lo referente a la atención sanitaria, me dejaste tu implicación y preocupación en los grandes temas sociales.
No volvimos a vernos, sin embargo, no faltaba tu felicitación navideña, y los correos electrónicos, para comentar siempre tus vacaciones junto al mar; tus labores de ayuda como “abuelo”, ya pensabas en algún día llevar a tu nieto a ver al Barcelona, que seguías con pasión; dedicabas largo tiempo a visitar los barrios, iglesias, calles y puentes de Madrid, para plasmarlos en tus cuadros. También te acercaste a los paisajes de olivares, de las sierras de Cazorla y las Villas y los rincones de Villanueva.
Hace unos meses te pedí me remitieras tus últimas obras. Me indicaste que habías asistido a clases con varios profesores para trabajar las acuarelas y me pasaste varias de ellas, junto a una nueva foto, junto al mar, tu otra pasión. Quedamos en octubre o noviembre y retomar el tema… Hubiese querido volver a comentar tu trayectoria como pintor y la posibilidad de una nueva exposición en Villanueva. Los proyectos a largo o corto plazo, son burbujas, que pueden disolverse o escaparse en un minuto. Esto pasó, cuando un familiar me comunicó su rápido viaje a Madrid para asistir a tu entierro.
Unos aficionados de aquella época pidieron el pasado domingo en el polideportivo San Blas, guardar un minuto de silencio en memoria de Cortés uno de los grandes porteros del antiguo C. D. Villanueva. Junto a esos recuerdos esbozados de juventud, de vocación de maestro, quedan tus colaboraciones literarias; el cuento de Navidad “La niña de mar y menta”, en el que casi al final escribiste: “Nos cargamos de tiempos muertos, olvidándonos que es muy corto el tiempo que tenemos para gastarlo sólo en “sobrevivir”, cuando lo único que vale la pena es vivir…”.
Los recuerdos de la verbena “La Tomatera” en el programa de fiestas del año 2012…; los dibujos para el libro Vida Escolar, sobre el internado de SAFA o para la revista “Reina del Olivar”; nos dejaste el recuerdo de la que fue tu última acuarela, aunque seguirás con los pinceles en la mano, pintando rostros de felicidad, de niños, jóvenes y ancianos o el azul del Mediterráneo con el que siempre soñaste .