«VAMOS A COMENZAR POR SECCIONES DONDE LA DIGITALIZACIÓN ES DE IMPORTANCIA VITAL, COMO EL FONDO MEDIEVAL AL COMPLETO, FORMADO POR TODOS LOS DOCUMENTOS QUE VAN DESDE EL SIGLO XIII (LOS MÁS ANTIGUOS) HASTA INICIOS DEL SIGLO XVI», EXPLICA JIMÉNEZ BERROCAL, CRONISTA OFICIAL DE CÁCERES
¿Cómo poner orden a ocho siglos de papeles? La labor no es nada fácil, y menos si hablamos de tesoros documentales que abarcan desde 1258 hasta las ordenanzas de las últimas décadas. Pero el Archivo Histórico Municipal de Cáceres lo ha conseguido. Hace menos de un año presentó la catalogación, clasificación e informatización de todos los fondos, a través de un inventario en el que detalla nada menos que 23.000 expedientes y da cuenta de 44.738 fotografías. Ahora llega el siguiente paso: la digitalización de los documentos para reducir su manipulación (por ejemplo cuando los investigadores trabajan sobre ellos) y para poder realizar una mayor difusión de este patrimonio de todos sin abusar de los originales.
El Archivo Histórico Municipal acaba de ponerse manos a la obra con el apoyo del Consorcio Ciudad Histórica de Cáceres. El trabajo consiste en fotografiar cada documento y traducirlo a formato digital, de modo que pueda ser consultado al detalle desde un ordenador. Al frente del proceso se encuentra Fernando Jiménez Berrocal, historiador y responsable del archivo y de su catalogación (una labor de diez años), que bucea por los legajos de pasado cacereño como pez en el agua.
Esta segunda fase se realizará de forma progresiva y selectiva para hacerla posible. «Vamos a comenzar por secciones donde la digitalización es de importancia vital, como el fondo medieval al completo, formado por todos los documentos que van desde el siglo XIII (los más antiguos) hasta inicios del siglo XVI», explica Jiménez Berrocal, cronista oficial de Cáceres.
Porque no todas las ciudades tienen un archivo tan longevo y valioso. «Cáceres posee un patrimonio documental excelente, muy rico, que ha puesto el pasado en nuestras manos. La responsabilidad es igualmente elevada para que las generaciones venideras puedan seguir teniendo acceso a las fuentes primarias de la historia», declara.
Por ello, este proyecto respaldado por la Concejalía de Cultura preservará la integridad de los documentos, una labor esencial en cualquier archivo histórico (los investigadores no tendrán que manejarlos físicamente en la mayoría de los casos). También habrá una mayor accesibilidad de los ciudadanos a la valiosa información del pasado cuando se encuentre en soporte digital y sea fácilmente divulgativa, como se ha hecho por ejemplo con el propio Fuero de Cáceres, hoy colgado en la web municipal.
LIBROS DE ACTAS
Otra sección que se digitalizará de inmediato será la de los libros de actas del Ayuntamiento de Cáceres, documentos tan interesantes como básicos y necesarios para entender la forma en que se ha ido gestando la ciudad, ya que recogen día tras día, siglo tras siglo, la actividad municipal. El archivo los conserva desde 1521 hasta 1950, nada menos. «Faltan muy pocos, tenemos una serie continuada en el tiempo que nos permite saber cómo ha ido evolucionando la ciudad durante centurias en función de los acuerdos y las decisiones que se han tomado desde el propio concejo», precisa el historiador.
También se digitalizará la sección cartográfica: todos los planos de obras y planos generales de la ciudad, permisos y ejecución de construcciones de carácter público (plaza Mayor, plaza de la Concepción…). Además se incluirá otro apartado que prácticamente está digitalizado pero que se completará: la fototeca. «Alberga más de 40.000 imágenes que retratan el pasado cacereño. Los nuevos equipos permitirán tratar todas ellas y revisar algunos resultados que pueden mejorarse», indica el historiador.
PRIMERAS PRUEBAS
El equipo profesional que se utilizará en el proceso de digitalización ha sido facilitado por el Consorcio Cáceres Ciudad Histórica, dentro de su labor de protección del patrimonio en todos sus aspectos. Además se ha habilitado un habitáculo sin uso en el Palacio de la Isla (cuna del archivo desde 2003) para ubicar un pequeño laboratorio. Ya se han realizado las primeras pruebas a fin de reproducir los legajos con la mejor calidad posible. «A medio plazo, la intención es rematar el proceso con la universalización de estos contenidos, de forma que el documento y su transcripción puedan consultarse mediante internet en cualquier lugar del mundo», subraya el director del Consorcio, Javier Sellers.
Todo ello permitirá crear un archivo más ágil a la hora de acceder a los documentos, y más seguro. «Estamos hablando de fondos, algunos con 700 años de antigüedad, sobre soportes de pergamino, papel de trapo…», subraya Fernando Jiménez Berrocal, que recuerda las tres funciones principales de los archivos históricos: «Proteger la documentación; tenerla ordenada y clasificada para facilitar el acceso; y divulgar la riqueza del patrimonio documental».