POR SANTOS BENÍTEZ FLORIANO, CRONISTA OFICIAL DE CÁCERES

En estos comienzos convulsos del siglo XXI, la Prensa no podía ser una excepción y se debate entre las ediciones impresas y las digitales, ya que la sociedad y los gustos de los lectores están cambiando con una gran rapidez, a los que hay que saber adaptarse para seguir cumpliendo con los objetivos y finalidades que toda buena prensa debe tener.

En este sentido, recordar las palabras del séptimo Secretario General de las Naciones Unidas y Premio Nobel de la Paz, KOFI ANNAN, que dijo: “Ninguna sociedad democrática puede existir sin una prensa libre, independiente y plural”.

Pero como este es un foro histórico, me gustaría investigar en las hemerotecas y recordar los principales periódicos que leían los cacereños en los primeros decenios del siglo XX, que estoy seguro que sin Internet serían mucho más consultados que los actuales y más debatidos, ya que en la sociedad moderna y tecnológica que vivimos se ha perdido el encanto de las tertulias y de los debates sociales y políticos que sería muy bueno recuperar.

El sociólogo, filósofo y escritor puertorriqueño EUGENIO MARÍA DE HOSTOS dijo: “Digno o indigno de su fin, el periódico es siempre conciencia, razón y opinión pública”.

El primero de los periódicos que me gustaría recordar es “EL ADARVE” (Periódico Político, Literario y de Noticias). Se publicaba todos los jueves. Comenzó su andadura en el año 1903, siendo su Fundador y Director Propietario el eminente cacereño Luis Grande Baudesson (1874-1956). Recordemos que fue una de las figuras más representativas y relevantes de la vida cultural y política cacereña. Fue un gran poeta y escritor y dirigió el periódico hasta el año 1933. Según Publio Hurtado: “Fue siempre un espejo de pulcritud y cortesía”.

Como miembro destacado del Partido Conservador, Luis Grande, ocupó diversos cargos políticos entre los que destacamos el ser Diputado y Presidente de la Excelentísima Diputación Provincial de Cáceres y Gobernador Civil en Castellón de la Plana, Ávila y Córdoba. En Cáceres existe una calle con su nombre, cercana a la sede del actual Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, ya que fue además un gran Abogado y Hombre de Leyes.