El cronista provincial de Guadalajara, Antonio Herrera Casado, ha pedido a las administraciones, concretamente al Ayuntamiento de Guadalajara como propietario, que acometa «de manera urgente» las obras necesarias en el Poblado de Villaflores, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2015, para evitar «que se siga hundiendo».
En una entrevista concedida a Europa Press, como historiador y médico de profesión, Casado ha lamentado el estado de «abandono y vandalismo» que registra Villaflores, uno de los pocos ejemplos de colonia agrícola del siglo 19 en la provincia y «de los más complejos en Castilla-La Mancha».
Por ello ha pedido que, si no hay respuesta a la situación en este poblado, que es propiedad del Ayuntamiento y de la empresa Hercesa, por parte de sus propietarios «de forma manera espontánea», que se actúe a instancias de la autoridad que debe vigilar, que es la Junta, ha dicho.
En todo caso, Herrera Casado tiene claro que desde hace tiempo «hay una dejación de propiedad y de quien debe vigilar», y demanda acometer las obras necesarias para mantener en uso este ejemplo de colonia agrícola, cuya construcción fue encargada por María Diega Desmaissières y Sevillano, condesa de la Vega del Pozo y duquesa de Sevillano, al arquitecto Ricardo Velázquez Bosco.
UN ESTUDIO DE LA SITUACIÓN
Para ello cree que lo primero que hay que acometer es un estudio de su situación en el momento actual, una «intervención rápida» para evitar que se hunda y, en tercer lugar, «de manera más tranquila pero sin demora», la reconstrucción de todo lo que está hundido o deteriorado.
Como cronista provincial y gran conocedor de la realidad patrimonial de la provincia, Herrera Casado cree que la solución para este complejo ha de pasar por buscarle un destino público», y ha lanzado la propuesta de convertirlo en un Centro de Investigación a nivel europeo, o bien de estudios o de esparcimiento.
Según ha explicado, tiempo atrás Hercesa tenía proyectado un hotel, un proyecto que la crisis dejó atrás. En cualquier caso, considera que la única forma es que las administraciones se involucren de manera efectiva. «Si el Ayuntamiento no puede, que inste a otras», para pedir que se cumpla la ley, «una ley que dice que los edificios de interés histórico artístico no deben dejarse abandonar hasta que se hundan».
Ha puesto como ejemplo de esta situación de «abandono, vandalismo, y dejación» el estado en el que se encuentra su palomar de forma cilíndrica y singular donde, según ha explicado, ha crecido una higuera en lo alto cuyas raíces están abriendo las piedras, y «si no se actúa pronto, proseguirá el hundimiento».
«Un palomar que es uno de los ejemplos más hermosos de palomar que puede haber en el mundo y que tiene riesgo de hundimiento», ha manifestado el cronista provincial de Guadalajara.
DE TIEMPO ATRÁS
Para este historiador el problema de esta situación no viene de ahora sino de tiempo atrás, y aunque cree que los principales culpables son los vándalos, «que no sólo han realizado pintadas sino que han ido a destruir, a romper y a llevarse hasta las vigas del edificio». «Si no se actúa desde la administración se hundirá».
La declaración de Bien de Interés Cultural de este complejo, para el que se usó mampostería de piedra caliza con ladrillo visto y que consta de una casona principal, un gran palomar, las casas de los colonos y una pequeña ermita rodeada de un cementerio, se inició en el 2014 y se materializó un año después, en el 2015.
El poblado de Villaflores está situado en el término municipal de Guadalajara, junto a la Cañada Real Galiana, la N-320 y la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona.
Fuente: http://eldiadigital.es/