POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Desconocía yo “omertá”; me interesa poco la novela negra. Omertá, o ley del silencio, es un código de honor, no escrito, que prohíbe colaborar con las autoridades u otros clanes (bajo pena de muerte, que parecerá un accidente) para informar sobre delitos que implican malamente a la Cosa Nostra. En los partidos políticos, en las familias pujolinas y villanas, cumple guardar la omertá; en realidad es tan siciliano como castizo: los trapos sucios se lavan en casa. Es más, el artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal permite ese silencio a parientes del procesado en líneas directa ascendente y descendente, a su cónyuge o similar, a hermanos consanguíneos, uterinos y colaterales hasta el segundo grado, a parientes… Sabemos que quien dirige un periódico vale más por lo que calla que por lo que publica. Sí, el silencio es rentable, y el folio en blanco no digamos.
Fuente: http://www.lne.es/