POR FRANCISCO PINILLA CASTRO, CRONISTA OFICIAL DE VILLA DEL RÍO (CÓRDOBA)
SANTIAGO el Mayor, nació en Betsaida, Galilea-Jerusalén. Era hijo de Zebedeo y hermano de san Juan Evangelista. Se le llama el Mayor para distinguirlo de su homónimo, el apóstol Santiago el Menor, el “hermano del Señor”.
Era pescador, y siguió con su hermano Juan, el llamamiento de Jesús, dejando a su padre y su oficio cuando Éste les dijo: “Dejad las redes, Yo os haré pescadores de hombres” y así llegaron a formar parte del grupo de los doce apóstoles, y junto con su hermano Juan y Pedro, ocupó un lugar privilegiado, siendo los tres testigos de la Transfiguración, de la resurrección de la hija de Jairo y de la agonía de Jesús en Getsemaní.
Por la impetuosidad de su carácter, Santiago y su hermano fueron llamados por Jesús, Boanerges, es decir, hijos del trueno, recibiendo de Jesús la misión y el apostolado de predicar y obrar según sus palabras:
“Id y predicad a todas las gentes, enseñándoles a guardar todo lo que Yo os he mandado.”
Tres tradiciones relacionan al apóstol y España.
La primera es la de la predicación…
Una tradición unánime afirma que Santiago el Mayor vino a España a predicar la doctrina cristiana. Esta tradición se corresponde con muchos testimonios insignes, no españoles, cual los de Dídimo el Ciego (siglo IV), san Jerónimo, el catálogo apostólico, san Isidro y san Braulio. No podemos negar que se aportan muchos testimonios en contra o poco favorables a nuestra tradición.
Santiago debió llegar en una embarcación comercial de Oriente, entre los años 29 al 42
La segunda más tardía, es la aparición de la Virgen a Santiago en Zaragoza.
También una secular tradición española, que encuentra eco en el Breviario, cuenta que llegó Santiago a España y durante algún tiempo tropezó con la obstinación de los naturales, siendo infecunda su predicación, hasta tal punto, que, desalentado de su labor evangelizadora, pensó retirarse de España. Haciendo este camino de regreso, descansaba una noche junto al Ebro entre unas ruinas, en Zaragoza, cuando se le apareció la Virgen en carne mortal, consolándole y dándole aliento para su predicación.
Desde aquel momento el apostolado de Santiago fue fecundísimo, y el Cristianismo comenzó a ser el alma de nuestra Patria. En el lugar de la aparición se venera a la Madre de Dios desde entonces, con un culto tan acendrado, que ha llegado a ser expresión del espíritu y la raza de España.
La tercera es la de su sepultura en Compostela.
Santiago es el protomártir de los doce Apóstoles, o sea, el primero que padeció martirio, siendo realmente “testigo” de la doctrina que predicó.
En los Hechos de los Apóstoles se narra su martirio con una breve pincelada: (Fue decapitado en Jerusalén por orden de Herodes Agripa).
Después del martirio de Santiago en Jerusalén, sus discípulos trajeron su cuerpo a Galicia, donde lo enterraron. Seguramente lo escondieron tanto para sustraerlo a la profanación, primero de los bárbaros y luego de los árabes, que en el siglo IX se había perdido hasta la memoria del hecho.
En tiempos de Alfonso II se descubrió el sepulcro de Santiago cerca de Ira Flavia, que se llamó después Compostela, o sea “Campo de la Estrella” por que una línea de estrellas señaló milagrosamente el lugar del sepulcro. Ese lugar fue convertido en una magnífica iglesia por el piadoso rey, y desde entonces, durante la Edad Media, este lugar fue la meta de todos los peregrinos de Europa, ejerciendo el nombre y la protección del Apóstol un grande influjo cultural y religioso en todo el Occidente cristiano.
Iconos
La representación de Santiago el Mayor ha dado lugar principalmente a tres tipos iconográficos: el apóstol, el peregrino y el caballero.
El apóstol: En las evocaciones más antiguas aparece como apóstol, vestido con larga túnica y sosteniendo el Nuevo Testamento en la mano derecha (Saint-Sernin de Toulouse, pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela).
El peregrino: Como consecuencia de las peregrinaciones a Compostela, a partir del siglo XII se representó a Santiago con el atuendo propio de peregrino; se cubre con un amplio sombrero con veneras incrustadas, se apoya en un bordón (un bastón con punta de hierro, de mayor altura que la de un hombre) y lleva el típico zurrón y la calabaza. Así se le ve en la catedral vieja de Salamanca, en el retablo de Solsona, y en pinturas de Sansovino (Monserrat), Guido Reni (Prado) y Rembrandt.
El caballero: Después de la batalla de Clavijo, Santiago toma la figura de un caballero cristiano, que, montado sobre un caballo blanco, arremete contra los moros. De esta forma se le representa en Santiago de Betanzos, en Galicia; en la capilla de Santiago de la catedral de Toledo, y en lienzos de Ribalta (Algemesí), L.Jordán (Madrid), Tiépolo (museo de Budapest) y Dalí.
La Orden Militar de Santiago fue creada el 1 de agosto de 1170 por el caballero leonés Pedro Fernández, y adoptaron la observancia canónica de san Agustín, que les permitía practicar los votos de pobreza y castidad atenuados, de forma que raramente renunciaban a todos sus bienes y podían además ser casados o ingresar en la orden con sus esposas.
Su misión era la de defender a los peregrinos jacobeos; pero en realidad esta milicia nació para luchar contra los musulmanes de la península y contra los africanos después.
Don Pedro Aguayo Manrique, Señor de Aldea del Río, perteneció a esta Orden de Santiago. Su insignia es una cruz de gules en forma de espada.
La participación santiaguista en las campañas de la reconquista con Fernando III (siglo XIII) en Jaén, Córdoba y Sevilla fueron premiadas con generosas donaciones de tierras en estas zonas lo que representó para la Orden el comienzo de una era expansionista de popularidad.
Tradicionalmente, al romper una batalla, los caballeros del reino de Castilla-León invocaban a su patrón con el grito de ¡Santiago y cierra España! O ¡Santiago! Estos gritos, siguieron usándose con posterioridad, en algunas ocasiones, hasta tiempos recientes.
La personalidad de Santiago el Mayor debió ser impresionante, de humilde pescador pasó a formar parte y ser fundamento principal de la Iglesia, y otro Cristo. Es el espíritu vehemente y entusiasta enamorado de la religión que predica, y acompaña a Jesucristo en los momentos culminantes de su vida.
A sus discípulos los llamó al ejercicio sublime de gobernar la nueva cristiandad en España y después de su martirio, siete de sus discípulos fueron nombrados Obispos por san Pedro, Príncipe de la Iglesia, volviendo a España donde ocuparon algunas Sillas de ella, casi todas en la provincia Bética. El mayor crédito de su constante Fe era haber rematado su vida defendiéndola y confesándola.
Cada 25 de Julio, domingo, se celebra el año Jacobeo con peregrinaciones masivas a Santiago. Santiago el Mayor es Patrón de España. Su fiesta el 25 de Julio.
Desconozco cuando fue instituida la velada que, en su honor se viene celebrando anualmente sin interrupción en la Ermita de la Virgen de la Estrella, si bien pudiera ser que se instrumentalizara en tiempos de don Diego Antonio León y González de Canales, Caballero de Santiago, al tiempo en que en 1.797 recibe del Rey Carlos IV el título de Marqués de las Atalayuelas con el Vizcondado previo de la Encarnada.