JOSEFA SANZ: «LA GRAN EXPLOSIÓN DE LA CALLE SE PRODUJO EN EL SIGLO XVII»
1633 fue el año en que se empezó a construir en la calle Galiana, que antes era la calle del Canal, por la que discurría un regato de aguas que nacía en las fuentes de Valparaíso entre un frondoso carbayedo. Y los primeros vecinos censados, según los documentos que guarda el Archivo Municipal, datan de 1635. «Los primeros censos estaban relacionados con el pago de impuestos. El primer padrón que se conserva es de 1635. Aún no habla de Galiana, sino de la calle Canal, y en ella estaban censados 17 hidalgos sin oficio especificado y 14 con él, además de cinco viudas de hidalgos con cuatro hijos. En el de 1681 ya aparece la calle de Galiana como tal y la Canal, con 37 hidalgos y familias formadas», explicó ayer en el palacio de Valdecarzana la cronista oficial de la villa, Josefa Sanz, que desgranó la historia de la popular calle avilesina en una ponencia organizada por la Sociedad Económica de Amigos del País.
En Galiana residían en el siglo XVII, entre otros, dos notarios, tres clérigos, un cirujano, un boticario con cuatro hijos, tenderos, zapateros, caldereros, ferreros, carniceros y hasta un confitero y un gaitero. «La gran explosión de Galiana se produjo en el siglo XVII y se mantiene en el XVIII», explicó Josefa Sanz.
La cronista oficial repasó la historia de Galiana desde que era monte hasta la actualidad y destacó sus muchas peculiaridades, como son las casas que aún hoy se conservan en las que en la planta baja se reservaba para el lugar de trabajo y la superior para vivienda. La conferencia de Josefa Sanz fue una lección de historia minuciosa, pero también salpicada de recuerdos. Los suyos como alumna del Carreño, cuando subía por Galiana y veía a «don Floro con su bata gris, su boina y su vara en la mano cantando las tablas de multiplicar». O cuando acudía a casa de Ana de Valle para que su marido le encuadernase libros, que ahora guarda como oro en paño. «Galiana primero fue un monte y luego fue una calle, ¡y que calle señores!», se dirigió al numeroso público la cronista oficial, que le respondió con una ovación.
Fuente: http://www.lne.es/ – A. P. Gión