POR ANTONIO LUIS GALIANO, CRONISTA OFICIAL DE ORIHUELA
En la historia del fútbol en Orihuela han existido varios campos en los que se practicaba dicho deporte, ya fuera de aficionado o profesional. Así, desde aquellos míticos terrenos de juego de La Olma, San Antón, Los Andenes, Los Saladares, llegamos hasta el Campo Municipal de Los Arcos. Sin embargo, con anterioridad al mismo, la ciudad contó con otro de vida efímera ubicado en la Mancebería.
Nos encontramos en marzo de 1944, concretamente el día 13, en que la Comisión Gestora del Excelentísmo Ayuntamiento integrada por José Calvet López, Jesús Botella Brotóns, José Sánchez Tomé, Juan Bellod Salmerón, Francisco Montero Martínez, José Belda Sevilla, Andrés Javaloy Lizón, Julián Botella Martínez, Eduardo Almunia Roca de Togores, José Balaguer Balaguer, Mariano Bregante Rabaza, José Franco Rufete, Andrés Lacárcel Galindo y Manuel Ferrer Monera ante la circunstancia de carecer la ciudad de un campo de deportes «donde la juventud pueda practicarlos», a petición del alcalde, aprobó el que se pregonara una subasta para adquirir los terrenos necesarios en que se pudiera ejercitar la mayor parte de deportes, y sobre todo el fútbol. La noticia que se daba en el diario ‘Información’ de Alicante, hacía referencia a la iniciativa municipal, secundada por la Jefatura Local del Movimiento, de la próxima construcción de un «magnífico stadium». Los equipos de fútbol que por entonces existían en Orihuela, utilizaban el campo de Los Saladares, y en febrero de 1944 renacía una sociedad deportiva que había dado los mejores momentos de este deporte durante la República, en su Campo de Los Andenes, con el nombre de Orihuela F.C. Esta nueva sociedad estaba presidida por José Sánchez y su reglamento fue aprobado por la Federación Murciana de Fútbol en dicho mes. Tras este trámite, el gobernador civil de Alicante, Luis González Vicent, autorizó su inscripción en el Registro de Asociaciones, el 9 de marzo de 1944. En el citado reglamento se establecía que en el Orihuela F.C., habrían tres tipos de socios: protectores, de número e infantiles, cuyas cuotas eran de 12, 8 y 4 pesetas respectivamente. Asimismo, podría tener dos clases de jugadores: aficionados y profesionales. Los primeros tenían como fin «el desarrollo de su cultura física» y no percibirían remuneración alguna. Por el contrario, los segundos serían aquellos, que mediante retribución o un sueldo, se obligaban a practicar el fútbol. Asimismo se definía la indumentaria, que quedó establecida de la siguiente forma: «pantalón corto y jerseys blancos, llevando el escudo de la sociedad en el lado izquierdo del pecho; medias negras con vueltas o listas blancas&rdquo. Este nuevo Orihuela F.C. pasó a disponer de su nuevo Campo de La Mancebería, que fue construido por iniciativa privada, siendo inaugurado el día de San José del citado año de 1944, actuando de madrina Carmencita Payá y bendecido por el P. Pérez, enfrentándose el equipo local a un equipo cuajado de suplentes del Real Murcia. Durante el mes de abril, se registra gran actividad en el nuevo campo, enfrentándose el propietario del terreno de juego a los equipos de Crevillente, Campaneta F.C. e Imperial C.F. Con el Orihuela F.C. se abría una nueva esperanza en la práctica de este deporte en la ciudad, sin embargo, el éxito no fue como se esperaba al enfocarlo como «un medio de explotación o industria», con lo cual el citado equipo no llegó a vivir más de un año. Por otro lado, influyó también, el que se empezara a gestar una nueva sociedad que llevaría el nombre de Orihuela Deportiva. A pesar de ello, en su corta vida, el Orihuela F.C. participó en tres competiciones: Campeonato Vega Baja, Campeonato de Primera Categoría Regional Murciana y Copa del Generalísimo Aprofesional. El equipo base, en el primero de estos campeonatos estaba formado por los siguientes jugadores: García (portero); Coco, Torres, Luis Bueno (defensas); Gálvez I, Díaz, Martínez, Toli (medios); Cánovas, Navarro, Tano, Gálvez II, Meno, Masip, Dionisio y Macanás (delanteros). Asimismo, estaba dirigido por Luis Lucas Parra. El mayor rival que tuvo el Orihuela F.C. en ese campeonato fue el C.D. Almoradí, que ganó por 3 a 1, en el Campo de La Mancebería, mientras que en el partido de vuelta, el triunfo fue para los oriolanos por 3 a cero. Este fue el primer encuentro, de otros, en que la afición oriolana se desplazó en masa hasta el Estadio Sadrián, y aunque el Orihuela F.C. acudía como víctima, ya que el equipo local permanecía imbatido, supo doblegar a los almoradienses. Este triunfo trajo cola y originó bromas que se tradujeron en una esquela mortuoria del C.D. Almoradí, en la que no se escapó ni «su árbitro de cabecera Sr. Sabater» del Colegio Murciano. Después vendría el Campeonato de Primera Categoría Regional Murciana, en el que quedó clasificado en un «puesto algo respetable». En esos momentos era presidente Juan A. Ramos Pérez. Por último, en la Copa del Generalísimo Aprofesional, en la que tras vencer al Bigastro F.C., fue eliminado por el Español de Almoradí.
Estamos en febrero de 1945. Poco le quedaba de vida al Orihuela F.C. y con él, al Campo de la Mancebería, siendo la causa a criterio de los cronistas deportivos, el haber enfocado el fútbol como negocio y como «pretexto de una explotación fácil de un terreno». A partir de aquí, tomó el relevo en la práctica del fútbol en nuestra ciudad, el Orihuela Deportiva, que con los años dio grandes satisfacciones a la afición local.
Fuente: http://www.laverdad.es/