POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
La corrupción social es insoportable, pronto serán noticia aislados brotes de honradez. El Nobel de Literatura, de 2012, Mo Yan, cerró su discurso en Estocolmo con un cuento donde ocho albañiles, en busca de trabajo, ante una terrible tormenta, tuvieron que resguardarse en un viejo templo; uno de ellos dijo: “Es un castigo del Cielo; entre nosotros hay un malvado; sal de aquí para recibir tu castigo y no extender tu maldición al resto”. Nadie quería salir. Otro propuso: “Arrojaremos nuestros sombreros de paja fuera, el que no vuelva significará que su dueño es el culpable y deberá dejarnos”. Todos asintieron, lanzaron sus sombreros afuera y enseguida volvieron rodando, excepto uno. Los siete albañiles querían echar del templo al del sombrero perdido y, al negarse éste, lo expulsaron a la fuerza; en ese instante, el templo se vino abajo y los siete albañiles murieron.
Fuente: http://www.lne.es/