POR ANTONIO BOTÍAS SAUS, CRONISTA OFICIAL DE MURCIA
El ‘papa’ de la Iglesia Cristiana Palmariana de los Carmelitas de la Santa Faz, acaso haciendo honor a lo de echarle faz, acaba de abandonar su improbable pontificado. Y no para hacer alguno de los recados que acostumbraba por los bancos de Utrera, a unos 12 kilómetros de El Palmar de Troya donde este grupo pseudocristiano levantó su imponente basílica y declaró herética a la Iglesia de Roma. No. El antipapa Gregorio XVIII, conocido como Sergio María Ginés Jesús Hernández en el siglo y en su Mula natal, se ha marchado para no volver jamás. Perdió la fe.
Eso confesaba a sus fieles, de quienes ni siquiera se despidió, en una carta que encontraron el pasado viernes. Aunque otros aseguran que el máximo representante de tan folclórico cisma español, aunque haya perdido la fe, ha encontrado el amor. Y no en su iglesia, donde muchos incluso se alegran de que se haya ido por lo estricto que era -hasta el viernes, claro-, sino en una moza con la que otros aseguran que ya vive en un pueblo de Granada.
De hecho, dos días después de su desaparición, el motivo de esa repentina apostasía se hacía presente en la romería de San José, en Monachil, una localidad granadina en la falda de Sierra Nevada. Nieves Triviño Girela, la animadora sociocultural del lugar, aprovechaba la juntanza vecinal para presentar a su novio, y ya ‘expapa’. Y anunciaba que habría boda «a finales de agosto o principios de septiembre», según confirmaron ayer desde la familia. No aclaró en qué iglesia ni bajo qué credo.
Con fama de dicharachera, Nieves Triviño jugaba ayer al despiste. «Sí, algo he oído (respecto a la presencia de Gregorio XVIII en su pueblo). No voy a confirmar ni a desmentir. Pero si sé que él ha decidido dejarlo porque ha perdido su fe en aquello», según declaró al periodista Antonio Corbillón.
Al parecer, la crisis en las creencias de Ginés arrancó más o menos en el último San Valentín. Nieves colocó en el apartado de su cuenta de Facebook de ‘acontecimientos importantes’ un corazón y la frase «Nueva relación. Muy feliz». Sus amigas en las redes la asaetearon a comentarios jocosos para sonsacarle algún detalle. «Gracias… pero no es de aquí», fue todo lo que les contó. Y tanto.
El padre Ginés, a quien muchos conocieron como Ginesín, nació en Mula el 1 de julio de 1959 y, tras intentar formarse como seminarista y luego militar, recaló en la ultraconservadora iglesia palmariana conocida como el ‘Vaticano español’. Allí, antes de su elección desempeñó los cargos de secretario de Estado junto a su antecesor, Manuel Alonso Corral.
El muleño accedió al poder absoluto en julio de 2011 tras la muerte de Corral, conocido como Pedro II, segundo pontífice de El Palmar de Troya. El primero y fundador fue un ecijano, Clemente Domínguez, contable de profesión y vidente de afición, impulsor de una serie de supuestas apariciones marianas en la localidad y quien se autoproclamó ‘papa’ tras la muerte del auténtico pontífice de Roma, Pablo VI.
A Clemente tampoco le temblaba el pulso. Igual nombraba santos al general Franco y a Primo de Rivera que excomulgaba al Papa San Juan Pablo II o al Rey Juan Carlos I. La palma de El Palmar de aquel ‘papa’ de juguete se la llevó la decisión de venerar a San Adolfo… Hitler.
Pero, por desgracia, no todo era tan ridículo en este personaje que incluso profetizó cómo sería crucificado en Jerusalén, aunque apenas abandonó en vida su basílica fortificada. Como reconoció en la década de los años noventa, abusó de algunos sacerdotes y monjas de su curiosa orden, según publicaron los medios de la época.
La elección del muleño no requirió un cónclave al uso. Hasta ahí podían llegar. Aunque se reunieron los cardenales -porque allí no falta de nada-, bastó un decreto del anterior pontífice para que Gregorio XVIII fuera coronado. Pero coronado por todo lo alto, con una réplica de la tradicional tiara papal, la corona que por última vez usó Pablo VI. Porque, si otra cosa no, los signos más arcaicos se respetan en esta congregación que muchos consideran una secta y que se nutre supuestamente de las rentas inmobiliarias y del dinero que recaudan por el cuidado de ancianos. El sello elegido por el padre Ginés representaba la imagen de la Sábana Santa de Turín que venera, aunque con muchas cautelas, la misma iglesia católica que desde El Palmar mantienen que está plagada de comunistas y masones. Ellos, entretanto, a lo suyo. Desde el pasado lunes, a Gregorio XVIII lo sucede Eliseo, nombrado Pedro III. Regirá a unos 1.500 fieles en todo el mundo. Pero no al que fue su ‘papa’ hasta el pasado viernes.
Fuente: http://www.laverdad.es/