«EN CASO DE NO USARSE COMO OFICINA DE CORREOS Y TELÉGRAFOS LA PROPIEDAD REVERTIRÍA AL MUNICIPIO DE SUECA», SEGÚN NARRÓ EL CRONISTA OFICIAL, JOAN ANTONI CARRASQUER, EN UN ARTÍCULO PUBLICADO EN EL SEMANARIO «SUECA»
El Estado se resiste a devolver a Sueca el edificio que Correos abandonó en 2009. El inmueble está ubicado en la intersección de las céntricas plazas de l’Ajuntament y Sant Pere. Fue construido sobre terrenos municipales en un largo proceso iniciado 1937, pero no sería hasta 1950 cuando se aprobó el proyecto que finalizaría siete años más tarde. Sueca tuvo tres alcaldes en ese período de la postguerra: Miguel Mateu, con quien se presentaron los planos; Juan Andrés Rodrigo y Manuel Serrano, bajo cuyo mandato se llevó a cabo la recepción definitiva de la obra.
En 2009 se habló de un traslado provisional a la calle Pintor Claros para poder realizar unas reformas que ni se han llevado a cabo ni se esperan. Por ello, el consistorio suecano ha intentado recuperar el edificio por la vía administrativa como legítimo propietario de la parcela de 350 metros cuadrados y, teniendo en cuenta que colaboró económicamente en su día aportando el 15 % del gasto total de los trabajos de construcción.
La cesión al Estado data de la Segunda República. El entonces Consejo Municipal, presidido por el alcalde Bernardo Carbó, acordó el 14 de enero de 1937 ceder el edificio de la antigua Casa Enseñanza de niñas al Ministerio de Comunicaciones y Marina para ubicar la futura oficina de Correos y Telégrafos. Dos meses después, el propio consistorio adquirió la casa anexa para completar los 350 metros cuadrados de suelo que requería el ministerio.
El Estado aceptó la cesión gratuita de la antigua Casa Enseñanza en julio del mismo año. Aceptaba, además, la condición impuesta por el ayuntamiento de que el único uso que se le podía dar al nuevo edificio era Oficina de Correos y Telégrafos. «En caso contrario, sin importar las circunstancias, la propiedad revertiría al municipio de Sueca», según narró el bibliotecario municipal y Cronista Oficial, Joan Antoni Carrasquer, en un artículo titulado «Fra Antonio Juan i el nostre edifici de Correus», publicado en marzo de 2012 en el semanario «Sueca». En su relato, Carrasquer recordaba que este inmueble, a su vez, había sido donado al pueblo de Sueca por fray Antonio Juan en 1786, «con la condición de que continuara dedicándose a la instrucción de niñas». Y así fue hasta principios del siglo XX, cuando el consistorio cerró sus puertas al no poder resistir la carga económica que suponía el mantenimiento del edificio, entonces extremadamente deteriorado.
Ciento cincuenta años después de la donación del fraile, el 7 de octubre de 1936 se firma la escritura ante notario de la «Agrupación de finca y concesión gratuita de un solar otorgada por el Ayuntamiento de Sueca a favor del Estado para Correos y Telégrafos». La entrega es ratificada ante notario por el nuevo régimen, en plena postguerra, el 20 de junio de 1945. La descripción aludía a un solar situado en el número uno de la plaza de Lope de Vega (Plaça de Sant Pere en la actualidad) de trescientos cincuenta y un metros, cincuenta y siete decímetros cuadrados de superficie.
Todavía hubo que esperar cinco años para aprobar el proyecto de construcción, el 21 de julio de 1950, con un presupuesto total de 853.832,28 pesetas de la época, (5.131,6 euros) de los que el 15 %, 128.074,84 pesetas (769,7 euros), las aportó el municipio. El Ministerio de la Gobernación adjudicó las obras a finales de octubre al constructor de Alzira Luis Martínez y pocos días después designó a Roberto Oms como arquitecto director del proyecto.
Con todos estos antecedentes, desde el consistorio de Sueca interpretan que la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos debe devolver el inmueble al municipio de no volver a instalar en él el servicio para el que fue cedido el solar.
Procedimiento judicial
El concejal de Urbanismo, Julio Serra, recuerda que hace unos años el ayuntamiento ya había intentado resolver el conflicto por la vía administrativa, hasta que decidieron iniciar un procedimiento judicial. Tras superar numerosas peculiaridades jurídicas de interpretación sobre a qué tribunal correspondía la competencia, finalmente se remitió al TSJ de la Comunitat Valenciana, que dictaminó que el caso debía ser remitido a la vía civil. Esta decisión fue ratificada por el Tribunal Supremo. Así, el equipo de gobierno decidió acudir a esta vía antes de que se agotara el plazo en el mes de marzo.
A partir de que la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos abandonara el local en 2009, «y atendiendo a otras sentencias judiciales, entendemos que esa donación ‘modal’, nos da derecho a recuperar el edificio o bien, a que se nos compense con el valor del inmueble», afirma Serra. «Interpretamos que es un derecho que tenemos, por lo que decidimos continuar con las acciones judiciales», reivindica. El consistorio había intentado, de nuevo sin éxito, recuperar el inmueble por la vía administrativa el pasado verano mediante una reclamación previa ante el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.
Fuente: http://www.levante-emv.com/ – Eva Melero