POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
La tele pone de moda tics verbales, pocas veces frases felices e inteligentes, no digamos conductas sensatas; las virtudes son más difíciles de emular que los vicios; un soldado de Caballería admiraba tanto al coronel que copió su manera de escupir. Actualmente, eco de radiofonistas futboleros, corre de boca en boca la expresión: “Desde el minuto uno”; oradores drásticos dicen incluso: “Desde el minuto cero”. Tertulianos, políticos, gente de la calle, arrancan con “Haber” (que suena a contabilidad) y cuelan en cuanto pueden “desde el minuto uno”. “-¿Oye, qué te pareció eso de llevar a Olloniego la Ascensión de Jesucristo? -Haber, me pareció mal desde el minuto uno”. La última traducción de la Vulgata comienza así: “Desde el minuto uno creó Dios los cielos y la tierra”. Pronto quitaremos el alfa y el omega de la Cruz de la Victoria para colgar un 1’ y un 90’.
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