POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Gracias a un vuelo barato, a ras de tierra, asistí en directo al ballet “Frankenstein”, en el Covent Garden de Siero, con Liebermann interpretado por la Royal Opera House, dirigida por Kessels, y los bailarines Bonelli, Morera y McRae, en los roles del doctor Víctor Frankenstein, Elizabeth y la Criatura. Leí a Mary Shelley, traducida por Torres Oliver, y vi esos largometrajes sobre Frankenstein y su monstruo, que suelen prescindir de la infancia y estudios de Víctor, pero por primera vez disfruté un Frankenstein sin texto y sin voz, pura música y personajes en danza. Los tres espectadores, juro que éramos tres los que ocupábamos la sala, aplaudimos a rabiar. Temí que suspendieran la función y no nos quedara otra que regresar a Oviedo, al partido de fútbol del Sevilla, pero respetaron nuestra minoría; Londres (no Liverpool ni Basilea) conectó con nuestra singularidad.
Fuente: http://www.lne.es/