TRABAJA A DIARIO PARA DIFUNDIR SUS CONOCIMIENTOS EN FORMA DE LIBROS Y ARTÍCULOS
Custodia en su cabeza un universo de documentos, enclaves, usos y costumbres de la Región. Y no es egoísta: quiere compartirlo con todos los murcianos.
Se trata de una frase hecha: «Tienes toda la vida por delante». ¿Pero qué hay de la que queda atrás? El pasado configura de un modo inevitable el presente, construye idiosincrasias y alberga usos, costumbres y tradiciones que determinan lo que son las gentes de hoy. Ricardo Montes Bernárdez, presidente de la Asociación de Cronistas Oficiales de la Región de Murcia, es un férreo defensor de esta idea. Por ello, dedica su vida a «trabajar en el tiempo libre y sin cobrar» para recoger la microhistoria de los municipios. El también cronista de Las Torres de Cotillas es un hombre ordenado que busca la precisión científica para narrar el pasado. Por eso ha utilizado la estructura de un diccionario para su Diccionario biográfico e histórico de Las Torres de Cotillas (Murcia). De la A a la Z, Montes refleja, a modo de pinceladas, espacios, gentes y momentos históricos que han hecho de Las Torres lo que hoy es.
¿Por qué es importante mirar al pasado en la actualidad?
Somos fruto del pasado. Si determinados hechos no hubieran ocurrido, hoy no estaríamos donde estamos. Somos fruto de nuestra historia tanto a nivel material como espiritual. Tanto lo que hemos hecho nosotros como lo que han hecho nuestros ancestros tiene incidencia con lo que haremos mañana.
Configura su libro como un mapa alfabético de personas, lugares…
Personas, lugares y hechos históricos, sí. Porque todo está entrelazado. Cuando uno conoce mucha parte de la Historia descubre que todo tiene que ver. El conocimiento acumulado con todos los trabajos que he realizado me da una perspectiva que me agrada porque me hace llegar a conclusiones casi previas a la investigación.
¿Se ha dejado historias fuera de este Diccionario biográfico e histórico?
Piense que un libro no puede ser infinito. Por supuesto que hay personas, lugares y hechos que quedan por introducir en una segunda edición, si se realizara. Precisamente el mismo día que lo presenté me hablaron de dos curanderas del siglo XIX. También se quedó fuera algún escritor… E incluso ampliar la información de lo que sí va en el libro, pero no se puede escribir 20 páginas de cada persona.
Usted, que ya conoce la historia del municipio, ¿se ha encontrado sorpresas?
Desde luego. Sobre todo, te encuentras con muchas afirmaciones gratuitas. Tengo un manuscrito que se titula Historias verdaderamente falsas donde analizo afirmaciones que se hacen por toda la Región, y que pasan de generación en generación, y son completamente falsas.
¿Por ejemplo?
Hay un colegio en Las Torres que se llama Valentín Buendía. Pues bien, el tal Valentín, que era un profesor que enseñó a mucha gente, no se llamaba así, sino Lorenzo. Alguien le puso el nombre mal y así se quedó. Es un homenaje a una persona inexistente.
¿Hay diferencias entre un murciano de Las Torres y otro de otro municipio?
Desde Luego. Si te vas a Jumilla y Yecla, el carácter de su gente, por el clima y por la geografía, es distinto. Entre los municipios de interior y los que dan al mar también hay diferencias notables. Pero, más que entre municipios, esas diferencias se dan entre comarcas.
¿Cómo es un Torreño?
Las Torres de Cotillas es posiblemente el municipio con menos torreños, con menos personas nacidas realmente allí. Todos los pueblos han sufrido una invasión pacífica, pero en el caso de Las Torres, el 60% de las personas vienen de fuera para trabajar en las grandes empresas que hay aquí o por la cercanía con la ciudad. Eso hace que haya dos mundos paralelos: gente que sigue las costumbres, que va a su teatro, que tiene recuerdos del folclore… y personas que no conocen nada de esto y viven en otro mundo. Eso no ocurre en otros pueblos más aislados, donde las costumbres y tradiciones se mantienen mejor.
¿Se valora el pasado en la Región?
En Murcia desgraciadamente no valoramos el pasado. En otras regiones como Cataluña o el País Vasco tienen una conciencia de la Historia y la conservación de sus monumentos. Aquí, por desgracia, eso no curre: muchos murcianos no saben que en la Región hay ochenta castillos y dos mil yacimientos arqueológicos.
¿Y para qué sirve un cronista oficial?
Hoy en día, en una sociedad en la que todo exige dinero, el hecho de que exista un cronista local que no cobra, que dedica sus horas y su tiempo libre a rescatar historias por pequeñas que sean, es importantísimo. Sin ellos, sin nosotros, la microhistoria se perdería y las cosas pequeñas no llegarían a ser conocidas.
Fuente: http://www.laopiniondemurcia.es/