ESTUVO ALLÍ LLUIS MESA, CRONISTA OFICIAL D’ESTIVELLA (VALENCIA)
El pasado sábado, 11 de junio tuve el honor de poder presentar mi última novela (Todas están locas, editorial La Calle lgtb) en mi pueblo natal: Albalat dels Sorells, concretamente en el castillo Condal del municipio. Fue un acto mágico y emocionante acompañado de mucha gente (conocida y nueva). Estuvieron junto a Yolanda Sánchez (Regidora de Servicios sociales, inclusión e igualdad), Lluis Mesa (cronista oficial, escritor, historiador y articulista) e Isabel García (diputada provincial de juventud, deporte e igualdad). También estuvo con nosotrXs Grisalda (protagonista de la novela). Lo hizo materializándose en una actriz (Laura Sanchís) y consiguió emocionarnos a todXs.
Hoy quería compartir con vosotrXs el texto que Laura interpretó y algunas fotos de la presentación. Espero que os guste:
“Es tan bella esa luz, la que entra por la ventana a las seis de la tarde. Pero la de las seis de la tarde del mes de junio. Esa calidez me recuerda a otra época, más feliz y más joven. La época de la ignorancia, de la ausencia de miedo. Después de esa época ya todo fue distinto. Ya todo fue miedo.
He pasado tanto miedo en mi vida que a veces me da frío en la espalda sólo de pensarlo. Y la calidez de la luz de la ventana a las seis de la tarde desaparece y se convierte en un manto gélido y mojado que me recorre la nuca y sube por mi cabeza. Entonces me pongo el gorro, que no sólo me protege del olvido, sino también del miedo. Y me coso los guantes de lana rojos, que de pronto están llenos de agujeros por donde se cuela el viento. Y la luz cálida de las seis de la tarde del mes de junio da paso al dichoso invierno de una noche de noviembre: húmedo y desolado.
Yo corro por la casa buscando la toca más mullida, la verde de lana gorda, y la dejo caer sobre los hombros. Cierro los ojos para convencerme, para asegurarme de que no es noviembre. Respiro hondo mientras recuerdo que ya pasó el miedo. Que tantos años son demasiados. A veces, en ese mismo instante, lloro y relajo los párpados para que poco a poco se vayan abriendo. Vuelvo a respirar hondo, esta vez por la nariz, para inhalar cada partícula de luz, cada segundo de esta tarde de un junio cualquiera. Cada mota luminosa que sólo se deja ver cuando el sol golpea fuerte como ahora. Entran por la nariz y me las trago.
Y de pronto es como si nunca hubiera existido el frío, ni el miedo ni el terror continuo a ser yo misma.
Y llega el momento de gritar que soy, que vivo como quiero vivir.
Pero sobre todo llega el momento de decir de una vez por todas que yo no estoy loca”.
Fuente: https://eleygrey.wordpress.com/