EL CRONISTA RECLAMA SU PUESTA EN VALOR PARA RECUPERAR LA FAUNA Y LA FLORA QUE HABITABA A SU ALREDEDOR
La antigua acequia de Beselga, que transportaba el agua desde el manantial de la montaña hasta el lavadero, lleva años seca. Servía para regar los campos de la zona y para consumo humano, pero tras la instalación del riego por goteo en los huertos su utilidad ha desaparecido quedando en el olvido.
Fue construida en el siglo XIX y atraviesa la montaña de Beselga hasta llegar a su destino, el antiguo lavadero que existe en este histórico poblado del municipio de Estivella. Su agua tenía un doble uso: agrario y para consumo humano. Y una balsa recogía el agua sobrante.
La acequia se reformó durante el siglo pasado cuando se amplió el nacimiento fluvial, y algunos elementos del lavadero se restauraron en los años 70. Hasta aquí subían las mujeres de Estivella cada semana para hacer la colada.
Sin embargo, cuando la comunidad de regantes decidió implantar el sistema de riego por goteo, el agua dejó de circular por la acequia y las distintas administraciones que han pasado por el Ayuntamiento de Estivella desde entonces han abandonado esta infraestructura hidráulica, tan preciada por los vecinos por su historia y por su valor ecológico.
Es por ello que el cronista oficial de Estivella, Lluís Mesa, ha reclamado la recuperación de este elemento del municipio por su historia y por su contribución a la fauna y a la flora de la montaña de Beselga. Y es que tal y como narra Mesa, en sus alrededores crecía una fauna y una vegetación propia de la zona que ahora está desapareciendo. Mesa recuerda que varias Corporaciones locales han mostrado su voluntad de recuperar parte del uso de la acequia y del lavadero, Pero a día de hoy la realidad es que continúan secos.
Fuente: http://www.elperiodicodeaqui.com/ – M. Martínez