POR RICARDO GUERRA SANCHO, CRONISTA OFICIAL DE ARÉVALO (ÁVILA)
Ha comenzado una nueva edición de las rutas de las tapas «Ciudad de Arévalo», en esta ocasión la número XII, que lleva un apellido especial y muy significativo, es la ruta Cervantina. Este año todo recuerda la conmemoración del IV Centenario de la muerte de Cervantes, y en Arévalo claro está, recordando a su redentor del cautiverio de Argel Fray Juan Gil. Unas rutas que nos muestran exquisiteces de nuestros bares en forma de atractivas tapas, que hacen las delicias de quienes se emplean en hacer el recorrido en un «runeo» con nombres propios y atractivos.
La palabra runeo en Arévalo tiene un significado castizo y particular, aunque está en desuso, hubo un tiempo en que se utilizaba con toda normalidad y todo el mundo sabía lo que se quería decir. Nuestro escritor más castizo y popular, Marolo Perotas lo utilizó con asiduidad en sus escritos que recorrieron nuestra ciudad y muchísimos sitios más en su extensa distribución. Significa ir de chateo. Los chatos, palabra que significa ir de vinos o de cervezas, otro localismo que ya tampoco se usa. Pero son particularidades que aunque ya no se utilicen, conviene recordar y conocer.
Las rutas de las tapas y de los «pucherillos» son una llamada al público a gozar de nuestra gastronomía mínima, que a veces no es tan mínima, también una disculpa para salir a saborear las delicias de nuestras cocinas de bares, la rica gastronomía de nuestra hostelería de barra.
En esta ocasión se la ha llamado «cervantina» en aras del acontecimiento cultural del momento. Y los nombres de las tapas, de lo más elocuente y entonado para la denominación. Y así tenemos nombres como: rocinante, la pluma de Cervantes, quebrantos de la mancha, caprichos de Dulcinea, menú del arriero, el saco de pulgas, canelones manchegos, duelos y quebrantos, la Galatea, los baños de Argel y para que el camino aguante tapa Cervantes… ¡qué repertorio literario y gastronómico!
Esta ruta estará vigente hasta el domingo 19 incluido, y ya hemos podido degustar las tapas el fin de semana pasado, y puedo decirles que siguen superándose nuestras cocinas de bares, con unas tapas riquísimas, sorprendentes y espectaculares en cuanto a su presentación. No se lo pierdan, que aún estamos a tiempo de rematar la ruta, o como algunos amigos míos me decían: hacer la ruta y repetir!!!
Solo un dato preocupante. En ediciones anteriores ha sido mayor la participación de bares, que en esta edición ha quedado reducido a once establecimientos. Esto nos hace pensar en algún aspecto a mejorar para involucrar a muchos más en la participación, y si algo no está al gusto de todos, mejorarlo para ocasiones sucesivas.
Sin dejar el tema cervantino, ha llegado otro grupo de padres Trinitarios a realizar la ruta del Arévalo Trinitario recordando a nuestro Fray Juan Gil, el redentor de Miguel de Cervantes y el tema principal de las conmemoraciones que aquí celebramos. En esta ocasión fueron ocho frailes Trinitarios de Salamanca, en esta ocasión una casa dedicada a la educación. He tenido la satisfacción de poderlos acompañar por el Arévalo cervantino y trinitario, con los lugares más relacionados con estos acontecimientos y estos personajes.
Entre ellos se encontraba el historiador trinitario Juan Pujana, que ha publicado recientemente nuevos datos sobre nuestro personaje trinitario y por tanto está aportando nueva documentación sobre nuestro fraile redentor. Y es una satisfacción poder compartir lo que aquí nos recuerda al libertador, con miembros de aquella orden religiosa que dedicó esfuerzos humanos y económicos, un carisma de entrega a los hermanos en situaciones tan penosas como el presidio y la esclavitud.
En condición de Cronista Oficial de mi ciudad y también a título personal, un gozoso ejercicio de guía para mostrar a quienes quieren ver los valores humanos de nuestros conciudadanos, y también los valores patrimoniales que atesoramos, para el goce en cultura, arte y patrimonio.