CORRÍA EL AÑO 1977 Y EL CRONISTA OFICIAL DE CÓRDOBA, MIGUEL SALCEDO HIERRO ESCRIBÍA UN ARTÍCULO EN LA REVISTA «ALTO GUADALQUIVIR» EN EL QUE AFIRMABA QUE FEDERICO GARCÍA LORCA HABÍA PERMANECIDO EN CÓRDOBA EN LA SEMANA SANTA DE 1935
«Molde de la estrecha vía». Así comienza el poema que durante años se pensó que Federico García Lorca había escrito a Nuestra Señora de las Angustias. Unas décimas que se publicaron en el año 1938 en la revista «Cofradías cordobesas» y que presumiblemente había escrito el autor granadino para la imagen titular de la hermandad del Jueves Santo. Una dudosa teoría que posteriormente desmontaría el historiador Juan Aranda Doncel.
Corría el año 1977 y el cronista oficial de Córdoba, Miguel Salcedo Hierro escribía un artículo en la revista «Alto Guadalquivir» en el que afirmaba que Federico García Lorca había permanecido en Córdoba en la Semana Santa de 1935. Una estancia en la que tuvo la oportunidad de presenciar la procesión de Nuestra Señora de las Angustias y en la que, según apunta Salcedo Hierro, escribiría los populares versos a la imagen que tallara Juan de Mesa.
Una hipótesis muy cuestionada a lo largo de los años y que a la postre desterraría el historiador Juan Aranda Doncel, ya que, tal y como recoge también Antonio Varo en un artículo publicado en «Pasión en Córdoba», los versos estaban firmados por V.C., iniciales que corresponden al fotograbador Vicente Casares.
A esto, hay que añadir que la décima tampoco aparece en las ediciones completas de la obra de García Lorca, por lo que los expertos descartan que el poema fuese escrito por el poeta y dramaturgo granadino e, incluso, que estuviera dedicado a la Virgen de las Angustias. En cualquier caso, y para los que desconozcan la historia, estas son las décimas que durante mucho tiempo se creyó que habían salido de la mano de Lorca.
«Molde de la estrecha vía
dos hileras luminosas;
prisionera de las rosas
viene la Virgen María.
De plata y de pedrería
lleva las andas repletas
y a su paso, las saetas,
para su lujo y derroche,
se van clavando en la noche,
constelada de cornetas».